La difícil convivencia en el cielo
Las aerolíneas pierden 890 millones de euros al año por choques con aves
"Aprendimos a volar de las aves y tenemos que convivir con ellas, pero no es fácil", explica el comandante de Iberia retirado Francisco Madroño. Los problemas entre aeronaves y pájaros van en aumento en todo el mundo. Un estudio del coordinador nacional de seguridad aérea de EE UU, Richard A. Dolbeer, de 2006, destaca que "las colisiones con aves cuestan cada año a las aerolíneas unos 1.200 millones de dólares (890 millones de euros)". Además, al menos 194 personas han muerto y 164 aviones (civiles y militares) han sido destruidos por choques con aves entre 1988 y 2004.
Las notas de Iberia alertan de que es un problema creciente y revela tres incidentes más en sus aviones: uno en el despegue de un A340 que cubría la ruta entre São Paulo y Madrid, otro en un despegue de Barcelona hacia Venecia y que regresó al aeropuerto y otro en un vuelo entre Ginebra y Barcelona.
Hasta que abrió la radial 322 de Barajas, los principales problemas con aves en España se daban en aeropuertos junto al mar. Ahora, ecologistas y pilotos alertan del nuevo aeropuerto de Ciudad Real, diseñado inicialmente en una de las pocas zonas de España de protección de avutardas, que pueden llegar a pesar hasta 15 kilos. El Ministerio de Medio Ambiente obligó a trasladar el aeropuerto unos metros, pero los ecologistas no las tienen todas consigo y dudan de que sea suficiente.
Las avutardas, al menos, suelen huir del ruido de los aviones. Los buitres, como los que murieron en el soto de Viñuelas, son más curiosos y no huyen del ruido de los aviones.
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