Los inmigrantes rechazan los guetos
El Observatorio de la Inmigración destaca la baja segregación residencial - Los senegaleses en Bilbao y los paquistaníes en Vitoria son las colonias más 'separadas'
Buscar el cobijo de lo conocido, a quienes mejor entienden aun lo inexpresado no parece mover a la mayoría de los inmigrantes asentados en Euskadi. En lugar de arracimarse por nacionalidades copando una zona u otra de la ciudad o la provincia, se distribuyen sin formar guetos. Sólo los senegaleses en Bilbao y los paquistaníes en Vitoria se concentran mayoritariamente en sendos barrios, según los últimos datos del Observatorio Vasco de la Inmigración. Esta entidad, dependiente de Asuntos Sociales, ha medido la segregación residencial, la medida en que los extranjeros viven separados del resto de residentes urbanos, y concluye que, con esas excepciones, es muy baja en las tres capitales, donde viven prácticamente la mitad de los inmigrantes asentados en la comunidad autónoma.
"No sólo buscamos una vivienda asequible, sino bien comunicada con el trabajo"
El barrio de San Francisco, en Bilbao La Vieja (distrito que concentra al 9,6% de los extranjeros de la capital vizcaína), alberga al 60% de los senegaleses de la ciudad, aunque se trata de un colectivo pequeño (362 personas). "Es el único caso que refleja una situación muy clara de segregación racial", indica el Observatorio.Muru Diopo, representante de la Asociación de Senegaleses, cuya sede se encuentra en San Francisco, replica que sus compatriotas ya han abandonado el barrio y se encuentran "en todas partes de la ciudad". "Al principio sí que estábamos todos aquí. Veníamos porque conocíamos a alguien". Él llegó en 1990 y puso un negocio en 1992, donde sigue. "Ahora, vamos encontrando trabajo en uno u otro lado y la gente prefiere vivir cerca de él. Además, los pisos en esta zona ya no son tan baratos. Hay muchos senegaleses viviendo en la Margen Izquierda, donde tienen empleo", explica.
El caso de los inmigrantes de Senegal resulta especialmente significativo en la comarca de Markina-Ondarroa, señala Gorka Moreno, investigador del Observatorio, por la importancia en la misma del sector pesquero. Sin embargo, ya no están concentrados en Ondarroa. "Se han ido extendiendo por toda la comarca", tras asentarse e ir "entrando en otros sectores".
Moreno recuerda que "la mayoría de la inmigración, esencialmente económica, se concentra en las capitales". "El 80 u 85% de la población extranjera se encuentra en el arco de edad de 16 a 65 años, las edades laborales. Vienen a buscar empleo y en las capitales es donde hay más de los que demandan", concreta.
Los menores índices de segregación en Bilbao los marcan los procedentes de Colombia (la comunidad más numerosa), Brasil, Argentina, Rumania y Ecuador. Suelen vivir en barrios muy poblados, con lo que su presencia se diluye más. "No sólo buscamos una vivienda asequible, sino que esté bien comunicada con el trabajo; si es posible, que se pueda ir andando de un trabajo a otro y a casa", dice Noemí Gálvez, boliviana de 22 años que trabaja en el servicio doméstico y vive con su hermana Rosa, de 20, también empleda en la limpieza. Rosa vivía en Santutxu, desde donde acudía a su trabajo en un piso en autobús. Ahora hace el trayecto al trabajo andando. "Para nosotros es muy importante todo lo que pueda ahorrarse en tiempo y dinero", opina.
Moreno destaca el crecimiento de la inmigración boliviana: "Los datos provisionales de 2007 indican que es la primera nacionalidad en Vizcaya, con casi 8.000 personas. En 2003 sólo había 355".
Tres barrios de San Sebastián destacan por la concentración de inmigrantes: Centro (11,6%), Amara Berri (17%) y Gros (14%). Moreno apunta a "la cadena social" en los casos de segregación. "El extranjero se instala donde conoce a otra persona de su localidad o del entorno". Cita el caso de Amorebieta, donde el 50% de los rumanos residentes "son de la misma zona e incluso muchos del mismo pueblo".
En Álava predominan los magrebíes, especialmente de Marruecos o Argelia, y portugueses, por la importancia del sector agrario. Sin embargo, en Vitoria, la capital con mayor porcentaje de extranjeros sobre su población (6,26%), el colectivo paquistaní se concentra en dos barrios: Sansomendi y el Ensanche.
Los inmigrantes huyen de los guetos y se mezclan con la población autóctona sin problemas. Especial es el caso de los latinoamericanos, a quienes el idioma ayuda mucho a integrarse. "Lo mismo pasó cuando llegaron gallegos o andaluces a Vizcaya en la época de la industrialización. Primero se asentaron en la misma zona, cerca unos de otros los de la misma comunidad. Luego fueron creciendo en número y diversificándose", concluye Moreno.
Índice de Disimilitud
Para apreciar la segregación residencial, el Observatorio usa la medida cuantitativa más utilizada en esta materia: el Índice de Disimilitud. Este instrumento mide la diferencia en la distribución residencial de un grupo minoritario (los inmigrantes) frente al mayoritario. Varía de 0 a 1, de manera que el 0 expresa la ausencia total de segregación residencial y el 1 refleja la máxima segregación posible, aquella situación en que la minoría no comparte ningún área residencial con la mayoría. Muestra del rechazo de los inmigrantes a hacer guetos en Euskadi son los bajos índices que se dan en las tres capitales: 0,184 en Bilbao, 0,149 en San Sebastián y 0,147 en Vitoria.
Los dos colectivos más separados presentan así los índices más altos: 0,735 los senegaleses en Bilbao y 0,422 los paquistaníes en Vitoria.
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