El Chelsea se echa para atrás
Abramovich, presidente del club inglés, veta el fichaje de Alves al considerarlo muy caro
El Chelsea negó ayer a través de un escueto comunicado en su página web que el trato con el Sevilla para el traspaso del defensa brasileño Daniel Alves estuviera cerrado. "En contra de las informaciones provenientes de España, el Chelsea FC no ha alcanzado acuerdo alguno para el traspaso desde el Sevilla de Daniel Alves. El Chelsea FC ha confirmado al club su interés por el jugador, pero todavía no hay un acuerdo". Roman Abramovich, presidente del club londinense, paró personalmente las negociaciones con el Sevilla horas después de que los directores generales de ambos clubes, Peter Kenyon y José María Cruz, acordaran la venta del futbolista por más de 30 millones de euros, y algunos más según los logros del conjunto inglés con Alves en sus filas. La decisión de congelar el proceso cuando tan sólo faltaban las firmas de los interesados está más cerca de la estrategia que de la ruptura total de la negociación.
Y es que el reparto de fuerzas parece haber cambiado. Con la confirmación de que el futbolista no disputaría el partido de anoche de la previa de la Liga de Campeones frente al AEK de Atenas, lo que le habría impedido disputar la máxima competición continental con otro equipo, el Chelsea ganó tiempo, en concreto hasta el día 28, cuando se jugará la vuelta de la eliminatoria en Atenas. El club inglés, que tiene desde hace días un acuerdo con el jugador, intentará que en ese tiempo se abarate la contratación del brasileño.
El agente de Alves, Gerónimo Suárez, aseguró ayer a la BBC que el acuerdo está a punto de cerrarse. "Tengo confianza en los directivos del Chelsea. Comprendo que el Chelsea no es un club sencillo de gestionar pero digamos que estoy casi seguro en un 80 o 90% de que podremos cerrar el trato". Más importante aún que la confianza del agente es la postura del futbolista, que el propio Suárez comentó en la cadena británica. "Daniel quiere cerrar el acuerdo rápidamente también. Puede que lleve dos o tres días, como máximo una semana el encontrar una solución".
El futbolista quiere ir al Chelsea, que le ha puesto delante un contrato que le triplica sus ingresos actuales. Lo que también significa que no le gustaría ir a su otro presunto pretendiente, el Real Madrid, que muy probablemente no le podría o no querría pagarle lo que le han prometido los ingleses. El interés del Madrid por la situación del lateral deriva de su propia operación con el Chelsea para fichar al holandés Arjen Robben. Por su parte, el Chelsea espera que la venta del extremo le pague el fichaje del defensa.
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