Álvarez se niega a dimitir frente al acoso de la mayoría del Congreso

En una tensa sesión parlamentaria de más de cuatro horas, la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, se reafirmó ayer en su gestión al frente de las infraestructuras catalanas, y advirtió a quienes pedían su dimisión -PP, CiU, ERC e ICV-IU- que no piensa dejar la cartera ni esconderse. Pero también dejó constancia de su estado de ánimo. "Bendito sea el día en el que el presidente del Gobierno decida que debo dejar el cargo", afirmó frente a las duras palabras que le dedicó la mayoría de los grupos.

- Joan Herrera (ICV-IU): "Su política es la continuidad del AVE clasista y elitista del PP"

- Joan Puig (ERC): "Usted fue a Cataluña como un señorito andaluz, repartiendo limosnas"

- Fernández (PP): "Debe cesar. Usted no forma parte de la solución, sino del problema"

- Jordi Jané (CiU): "Es una burla hacer una visita relámpago y felicitar a los responsables del caos"

"Me iré cuando lo decida el presidente, ni un minuto antes. No voy a salir corriendo ni a esconderme de los problemas", afirmó la ministra ante la catarata de reproches que recibió por parte de la mayoría de los portavoces de la comisión de Fomento y Vivienda. Jorge Fernández, del PP, hizo ver a la ministra que quienes la criticaban representan a 170 diputados, frente a los 164 que la apoyaron. El representante socialista, el catalán Daniel Fernández, fue el único que salió en su defensa, y el PNV y el BNG mostraron una relativa equidistancia.

El punto amargo lo marcó el representante de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Joan Puig, quien espetó a la ministra: "Usted fue a Cataluña como un señorito andaluz, repartiendo limosna". Álvarez sostuvo que este Gobierno es el que más ha invertido en esta comunidad y prometió que la situación empezará a aliviarse en septiembre.