En libertad bajo fianza el capitán del barco semihundido en Gibraltar

Demetrio Konstantinos, el capitán del carguero panameño, New Flame, embarrancado desde el domingo en las proximidades de Gibraltar tras colisionar con el petrolero danés Torm Gertrud, quedó ayer en libertad bajo fianza tras personarse ante la Corte de Justicia de Gibraltar para conocer los cargos que se le imputan. Konstantinos fue detenido por la policía del Peñón como presunto responsable del accidente por tomar la decisión de zarpar sin autorización portuaria ni los permisos aduaneros.

Según fuentes próximas a la investigación, el tribunal gibraltareño acusa a Demetrio Konstantinos de ser presunto responsable de una acción contraria a la ley mercantil de navegación de Gibraltar. Además, el tribunal ha impuesto a Demetrio Konstantinos una fianza de 2.000 libras y otra cantidad similar en depósito, teniendo que comparecer de nuevo ante la Corte de Justicia, el próximo 28 de agosto. Ante la posibilidad de que el capitán del buque chatarrero pudiese abandonar Gibraltar, las autoridades de la Roca le retiraron además toda su documentación hasta que se resuelva el conflicto.

Protesta ecologista

Ante esta situación, Antonio Muñoz, portavoz de Verdemar-Ecologistas en Acción, pidió ayer a las autoridades gibraltareñas que investiguen a fondo por qué los responsables de la torre de Capitanía Marítima del puerto de Gibraltar no conocían la salida del barco. "No se pueden cargar las tintas sobre el capitán de un barco de 183 metros de eslora, como si nadie hubiese visto al barco zarpar", apostilló Muñoz quien considera que "alguien debería preocuparse por los movimientos que se realizan en aguas próximas a Gibraltar". "Desde hace años, los grupos ecologistas de la zona venimos denunciando presuntas actuaciones irregulares", afirmó.

Mientras, el Gobierno de Gibraltar aprobó ayer, tras la reunión mantenida con expertos de salvamento y el armador del New Flame, el plan propuesto para la recuperación del barco que permanece con la proa hundida a 23 metros de profundidad, a media milla al suroeste de Punta Europa.

El plan que llevará a cabo la empresa especializada contratada por el armador del buque contempla, en primer lugar, la recuperación de las 750 toneladas de combustible del buque de carga, con el objeto de reducir al mínimo cualquier posible riesgo de vertido que pudiese afectar al medio ambiente y el posterior reflote del barco para su traslado al astillero que determinen sus propietarios.