La factura de la rehabilitación

"Para mí el caramelo ha sido el ascensor", piensa Eustaquio Arroyo, jubilado de 72 años que vive en el barrio de Ciudad de los Ángeles (Villaverde). Él vive junto a su mujer, Luz Arribas, de 70 años, en la calle de La Alegría de la Huerta, en un bloque de 24 vecinos. De ellos, una minoría de ocho, entre los que están Eustaquio y Luz, votaron en contra de la rehabilitación de sus viviendas promulgada por el Ayuntamiento de Madrid. Unas obras que incluyen la instalación de un ascensor, muy apetecible para muchos.

Ruiz-Gallardón incumplió en su primer mandato la promesa de arreglar 40.000 pisos

"Votamos en contra porque somos muy mayores y no queremos obras, además de por el dinero que cuesta", explica Eustaquio. Pero las obras se harán, "porque lo aprobó más de la mitad del bloque". Este matrimonio ha empezado a pagar "200 euros mensuales para la obra".

Pero los trabajos no los pagarán por entero. El consistorio, junto con la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Vivienda, subvencionan, a partes desiguales, la rehabilitación de los barrios. Esto incluye arreglar viviendas pero también los exteriores, como son la renovación de aceras, la supresión de barreras arquitectónicas o la plantación de árboles.

En el caso de los arreglos en las viviendas, fuentes del consistorio no supieron especificar ayer el porcentaje que suponen las subvenciones respecto al gasto total de los vecinos. La casa de Eustaquio y Luz es una de las 40.000 que el alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz-Gallardón, prometió arreglar en la pasada legislatura. Sin embargo, no cumplió. El consistorio justificaba en época electoral que se habían planificado o ejecutado 30.000. Pero no fue así estrictamente, ya que el 70% de esas casas han sido arregladas por sus dueños con una ayuda pública que no llega al 10%.

En el caso de Villaverde, explican fuentes municipales, la subvención que reciben los vecinos que se acogen a la rehabilitación es de un máximo de 21.000 euros por piso (10.000 euros los aporta el Ayuntamiento, otros 6.500 el gobierno regional y finalmente 4.500 el ministerio). Este baile de cifras le parece incomprensible a la concejal de Vivienda y Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, Pilar Martínez, quien aprovechó un paseo por el barrio de las Letras y por el de Ciudad de los Ángeles, para exigir que se igualen las ayudas. "Por cada euro que ponga el Ayuntamiento deberían poner otro euro la Comunidad y el Ministerio", pidió Martínez. Fuentes de la Consejería de Vivienda del gobierno regional se defendieron diciendo que entre 2003 y 2007 han invertido 530 millones de euros para rehabilitar viviendas. Lo que no especificaron fue si ese dinero es más o menos del que ha aportado el consistorio.

El ministerio, cuya titular es Carme Chacón, mostró a través de un comunicado su "sorpresa" por las declaraciones de Martínez y recordó que está invirtiendo más de 1.100 millones de euros en su "apuesta firme y decidida" por la rehabilitación. La portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento, Pilar Gallego, también intervino en el debate. "Le recuerdo al Ayuntamiento que en otros convenios, como el del Programa de Barrios en Remodelación firmado recientemente, Vivienda aporta un 50% y la Comunidad el otro 50%", dijo Gallego.

Además de la exigencia de igualar las ayudas, Pilar Martínez propuso la creación de un gran pacto de la vivienda en Madrid. Sería una mesa donde se sentarían "técnicos del Colegio Oficial de Arquitectos, promotores inmobiliarios, asociaciones de vecinos, partidos políticos, y las administraciones centrales, autonómica y municipal", dijo Martínez.