El trimestre más competido
Los expertos auguran una feroz batalla por la audiencia televisiva al inicio de la temporada
Dos nuevos actores nacionales, Cuatro y La Sexta, y varios autonómicos se acomodaron la temporada pasada al paisaje audiovisual. Fue un curso de transición, marcado por la reforma de RTVE, el arranque de la televisión digital terrestre, el despegue de las ofertas multicanal y el disparado uso de zapping. Sólo una cadena, Tele 5, superó el 20% de cuota de pantalla y a partir de septiembre se prevé una feroz pugna por la audiencia. "El último trimestre del año va a ser la batalla de Argel", pronostica Eduardo García Matilla, presidente de Corporación Multimedia, empresa que desde hace 18 años desmenuza el comportamiento del público ante la pantalla y la evolución de un sector que el año pasado facturó más de 3.000 millones de euros.
El cambio que se avecina es de gran calado y no afecta sólo a la televisión sino a los medios en general. "Hay un replanteamiento de los modelos utilizados hasta ahora, que está provocado por cambios sociales muy radicales, como el envejecimiento de la población y la inmigración. Estos fenómenos coinciden con la transformación de los hábitos de consumo. Los niños y los jóvenes están ocupados en otras alternativas", sostiene.
La caída de audiencia de las cadenas generalistas y el avance de las temáticas (10,1% de cuota en la temporada 2006-2007) ponen de relieve el empuje de los contenidos dirigidos a públicos segmentados. Por eso, García Matilla cuestiona determinados modelos de programación y afirma que no tiene mucho sentido hacer televisión familiar cuando los hogares están compuestos cada vez por menos individuos. Tampoco los jóvenes son un referente: "Son los que menos ven la televisión y es el público más infiel". Estados Unidos es, en su opinión, el modelo a seguir. "Los programadores van a públicos segmentados. En España es al contrario: aspiramos al máximo común denominador". Pero los hechos son tozudos: las tres grandes cadenas (Tele 5, Antena 3 y TVE) sumaron el año pasado el 56,6% de la audiencia, cuando dos años antes llegaron al 64,1%.
Formatos interactivos
Los expertos observan cómo los internautas más jóvenes y activos están sustituyendo la televisión por Internet. El sociólogo Manuel Castells apuntaba recientemente en un foro organizado por la Academia de la Televisión, si los medios tradicionales no se alían con los interactivos (vídeos en Internet, blogs, el envío de SMS o YouTube) "lo van a pasar realmente mal". Castells advertía de que el 78% de los internautas más jóvenes y activos ven menos la televisión a medida que consumen tiempo en la Red y abogaba por la coexistencia de los medios tradicionales y de lo que denomina "autocomunicación de masas". El mejor ejemplo de esta tendencia es YouTube, fenómeno al que se están apuntando cadenas de todo el mundo. Castells recordaba cómo los partidos políticos están optando por YouTube antes que por la televisión: "Hillary Clinton lanzó su campaña por YouTube y Tony Blair se despidió del poder también a través de YouTube y no en la BBC".
Una mayor oferta acarrea una inevitable fragmentación del público. "Esto deriva en que programas de éxito cada vez tienen menos audiencia y el índice de fracaso es cada vez más alto: en torno al 85% en las grandes cadenas y menor en las pequeñas, porque tienen el techo más bajo. El programa de más éxito de la temporada ha tenido un millón menos de espectadores que el más visto el año anterior", recuerda García Matilla.
El panorama que se avecina es, según el presidente de Corporación Multimedia, de incertidumbre. "Hace falta replantearse el modelo incluso en el sector publicitario. Las audiencias bajan, caen los GRP, pero suben los precios. Los publicitarios buscan medios alternativos. Muchos programas tienen ya audiencias por debajo de la radio o de los periódicos. Las televisiones ya no son un medio tan eficaz. Hay más canales y aumenta el zapping. De ahí el incremento de los patrocinios y el product placement".
En cuando a los contenidos, afirma que falta innovación y sobran refritos (Grand Prix, Lluvia de estrellas, La ruleta de la fortuna). El cine en televisión se ha desplomado y la telerrealidad da síntomas de agotamiento. Funciona la ficción aunque "pegarle cuatro pases a una serie y no dejarla descansar es muy arriesgado", comenta García Matilla, para quien el formato más innovador de los últimos años es Camera café. "Representa una manera nueva de entender la ficción: piezas cortas que se ajustan al tiempo de los jovenes". Y augura que los nuevos contenidos tendrán un soporte multiventana de explotación. Será el fin del monocultivo y se crearán series para la televisión en abierto, con versiones para móviles, DVD, videojuegos y descargas en Internet.
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