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Reportaje:MERCADOS

La crisis llega a la Bolsa

Los problemas de liquidez se reflejan en las cotizaciones

La crisis de las hipotecas de alto riesgo ha desencadenado una crisis de liquidez que se ha extendido a gran velocidad por todo el mundo y los mercados de valores han sufrido fuertes caídas por los problemas del sector financiero. Aun así, el Ibex 35 cierra esta semana con un descenso del 0,55%.

El mercado de subproductos de las hipotecas de alto riesgo ha quedado estrangulado por la ausencia de liquidez para muchas de sus operaciones, lo que ha provocado serios problemas a entidades financieras europeas y estadounidenses, al tiempo que ha forzado al BCE, a la Reserva Federal de Estados Unidos y al Banco de Japón a inyectar liquidez al sistema financiero para evitar su colapso y devolverle la tranquilidad.

Los mercados de valores de todo el mundo se han hecho eco inmediatamente de esta situación y de las posibles repercusiones que pueda tener en las cuentas de resultados de los valores financieros, lo que ha provocado un movimiento vendedor de gran magnitud en las dos últimas sesiones de la semana que ha terminado por contagiarse al resto de los valores.

El Ibex 35 ha tenido una semana muy movida, con una subida fulgurante hasta recuperar el nivel de los 15.000 puntos, situación en la que estaba cuando la crisis le afectó de lleno. Aunque en el conjunto de la semana este índice sólo pierde el 0,55%, en las dos últimas sesiones ha caído el 3,67% para cerrar en 14.453,90 puntos.

La volatilidad ha sido la principal consecuencia de la abundancia de liquidez, primero, y de la sensación de escasez, después, lo que ha hecho que el mercado español haya vivido una de sus semanass más locas, con un recorte inicial del 0,70% que le ponía al borde del abismo, con 14.432,10 puntos, una recuperación del 3,96% en dos días, hasta los 15.000 puntos, y la posterior caída, que de nuevo le sitúa en una posición más que delicada.

Los inversores se han dejado llevar por los nervios en estas últimas sesiones, tras conocer que los bancos centrales estaban inyectando liquidez, cuando hasta ese momento sólo se hablaba de los efectos de su abundancia sobre la inflación. Lejos de recuperar la tranquilidad, los inversores han tenido noticia de la magnitud del problema y han reaccionado poniendo tierra de por medio.

En cuanto a los indicadores económicos esta semana no ha sido muy productiva, aunque se ha contado con la reunión del Comité de la Reserva Federal, que decidió mantener los tipos de interés, y con el comunicado del BCE en el que se revisaron al alza las previsiones del IPC y del PIB para el actual ejercicio, al tiempo que se recordaba la fuerte vigilancia que se mantiene sobre los precios, lo que se interpretó como una casi segura subida de los tipos de interés en septiembre.

La volatilidad ha traído consigo en esta semana un fuerte aumento en la contratación de las operaciones del "mercado abierto".

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