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El disidente excarcelado dice que se quedará en la isla

"En 1991 me dijeron: 'Te tienes que ir de Cuba; o te vas, o te vamos a echar 15 años, vas a sufrir un calvario tú y tu familia'. Si no me fui en aquel momento, no me voy a ir ahora". Con estas palabras, el disidente Francisco Chaviano, el más antiguo de los presos políticos cubanos, expresó ayer su determinación de quedarse en la isla y retomar sus actividades en defensa de los derechos civiles, después de que el Gobierno lo excarcelara el viernes en régimen de libertad condicional. El disidente, de 54 años, ha pasado 13 años y tres meses en prisión y su estado de salud es muy delicado.

Profesor de matemáticas, Chaviano fue condenado a 15 años en 1995, bajo la acusación de revelar secretos de la Seguridad del Estado. Ya en 1989, sus actividades de búsqueda de información sobre los balseros ahogados en el estrecho de Florida le habían acarreado un año de cárcel. En 1994, meses antes de su segunda detención, había constituido el Consejo de Derechos Civiles de Cuba.

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En su domicilio de Jaimanitas, en las afueras de La Habana, Chaviano explica que la prisión de Combinado del Este, donde ha cumplido su condena, es "un infierno" en el que sufrió "golpizas" (palizas) de los funcionarios en varias ocasiones, pasó largas temporadas en aislamiento y durante varios años le fueron prohibidas las visitas de sus familiares.

Tumor pulmonar

Enfermo de un tumor pulmonar de crecimiento acelerado, que le fue detectado en 2005, obstrucción coronaria y una cardiopatía isquémica, Chaviano cree que la gravedad de estas enfermedades "puede haber influido para la excarcelación". No obstante, según las leyes cubanas, que permiten una rebaja de pena de hasta dos meses por año, debería haber salido de la cárcel en pasado mayo.

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En sus planes futuros, afirmó, no se halla abandonar el país, sino reanudar sus actividades en favor de los derechos civiles y la búsqueda de los desaparecidos en el estrecho de la Florida. "Quiero ir a operarme a Estados Unidos, pero sólo de visita médica. Pero no me voy de Cuba. No va con mis principios. Para bien o para mal, estoy aquí".

En opinión que comparten los principales disidentes de la isla, Chaviano cree que su liberación no supone un signo esperanzador para los presos políticos cubanos. "No veo una buena disposición del Gobierno. Pienso que no tiene planes, al menos inmediatos, de liberar a personas", lamentó.

Alrededor de 250 prisioneros políticos siguen encarcelados en cárceles cubanas. Disidentes y familiares denunciaron ayer los abusos y la falta de atención sanitaria que padecen tanto ellos como los presos comunes, así como el silencio de las autoridades a sus quejas.

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