Los talibanes liberan a dos de los 21 rehenes surcoreanos
Los talibanes liberaron ayer a dos surcoreanas del grupo de 21 misioneros mantenidos como rehenes desde hace tres semanas en la provincia afgana de Ghazni, en un gesto que calificaron como "de buena voluntad" y que tiene lugar después de dos días de negociaciones directas con representantes de Seúl. Previamente, los integristas habían asesinado a dos rehenes varones.
"Hemos liberado a dos mujeres que estaban muy enfermas, sin ninguna condición", dijo un portavoz talibán Mohammed Yusif Ahmadi. La decisión, añadió, fue tomada por el consejo supremo talibán. "El Gobierno surcoreano y su pueblo y otros deberán decidir sobre el destino del resto de los rehenes y liberar también a nuestros prisioneros", añadió Ahmadi.
Los misioneros surcoreanos fueron secuestrados el pasado 19 de julio cuando se dirigían de la capital, Kabul, a la sureña provincia de Kandahar. A cambio de su liberación, los talibanes piden la excarcelación de un grupo de presos y la retirada de las tropas surcoreanas, si bien las autoridades locales de Ghazni aseguran que las negociaciones giran en torno al pago de un rescate.
Pese al anuncio de los talibanes, un portavoz del presidente afgano, Hamid Karzai, dijo que no tenían noticias de la puesta en libertad de las mujeres.
Ahmadi informó de que se está negociando la excarcelación de un primer grupo de ocho presos talibanes a cambio del mismo número de secuestrados surcoreanos, y añadió que las negociaciones con los diplomáticos surcoreanos avanzan.
Desmentido oficial
En contraste con las declaraciones del portavoz, el gobernador de la provincia de Ghazni, que ha estado presente en las negociaciones, dijo desconocer por qué los talibanes hablaban de un intercambio de presos.
El Gobierno de Corea del Sur, por su parte, ha reiterado que no puede negociar la liberación de ningún talibán, pues se trata de una decisión del Gobierno afgano, que oficialmente descarta someterse a ese chantaje. El presidente Karzai ha insistido en que hará "todo lo posible" para lograr la liberación de los surcoreanos, siempre dentro de los límites de la "ley y la Constitución". Representantes del Ministerio del Interior y de las autoridades de la provincia de Ghazni rehusaron aportar más detalles sobre las negociaciones.
Las autoridades afganas y sus aliados internacionales temen que un intercambio de presos pueda incita a nuevos secuestros. El Ejecutivo afgano recibió una lluvia de críticas el pasado abril, cuando reconoció que había puesto en libertad a varios presos talibanes como canje por el periodista italiano Daniele Mastrogiacomo, secuestrado por un grupo insurgente que mató a sus dos acompañantes afganos. El Gobierno surcoreano también ha sido presionado de manera intensa para que garantice la liberación de los 21 rehenes.
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