Villa sigue en racha en la GP2
El asturiano, ganador de la carrera de ayer, es el primer piloto de la categoría que se impone tres veces esta temporada
Para preocupación de sus compañeros de pista, Javier Villa está en racha. A sus 19 años, es el piloto más joven de la parrilla de la GP2, el campeonato que está considerado como la antesala de la fórmula 1. El asturiano, que compite para el equipo Racing Engineering, ha despertado. Así se lo explicó ayer a todos sus compañeros de refriegas cuando aye en Hungría consiguió su tercera victoria de la temporada. A pesar de estar aún lejos de las primeras posiciones de la clasificación general -es quinto, a 27 puntos del líder, el alemán Timo Glock-, el asturiano levanta ya mucho interés cuando sale al asfalto. No en vano es el único que este curso ha conseguido imponerse tres veces. Su objetivo de hacerse con uno de los exclusivos volantes de un coche de la F-1 parece tomar cada vez más cuerpo.
Hasta que Villa emergió en el pasado Gran Premio de Francia, ningún español había ganado una carrera en los tres años que se lleva disputando este campeonato. Hasta que la GP2 arrancó, los jóvenes valores emergían de la F-3000 y ahí sí que hay un nombre que sobresale del resto: Fernando Alonso. Antes de que Villa lo hiciera en Magny-Cours, el bicampeón mundial de F-1 fue el último español en imponerse en una de estas pruebas. Desde que Alonso ganara en el circuito belga de Spa-Francorchamps, en 2000, el palmarés de los españoles se reducía a segundas posiciones: las que lograron Borja García, en 2005, también en Bélgica, y la del mismo Villa, este año, en Montmeló.
Con la irrupción de Villa, las comparaciones con Alonso se suceden por más que al joven le entre un poco de vértigo -"no me gusta comparar a dos pilotos porque cada uno conduce de forma diferente", dice Villa cuando le señalan como el heredero del ovetense-. En cualquier caso y a pesar del camino que debe recorrer, la historia más reciente coloca a los campeones de la GP2 en una posición aventajada para ocupar uno de los bólidos que forman la parrilla de la F-1. En 2005, el triunfador fue el finlandés Heikki Kovalainen, a quien esta temporada le llovió el volante que Alonso dejó vacante en Renault cuando fichó por McLaren, mientras que el campeón de 2006 no fue otro que Lewis Hamilton, el actual líder del campeonato del mundo y compañero del español en la escudería británica.
"Ganar por delante del vencedor de la carrera de ayer [por el sábado] tiene incluso más importancia", reconoció Villa, que salió desde la pole tras clasificarse octavo en la prueba del sábado. El asturiano se benefició ayer de un error que cometieron Zaugg y Rodríguez, dos pilotos que le acompañaban al frente del pelotón. Y Villa no desperdició la ocasión: "Cuando pasé delante, ya pude marcar un ritmo más rápido. A partir de ahí, vi que podíamos ganar".
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