TomTom amplía sus mapas

Pocas voces artificiales se han convertido en un sonido familiar en tan corto espacio de tiempo como la emitida por los sistemas de navegación para automóviles que ayudan al conductor a encontrar el destino deseado. Por otra parte, muy pocos mapas han hecho posible, como ahora los digitales, el anhelo de todo automovilista: no tener que detenerse para consultar su versión impresa en ruta.

La suma de ambos valores ha estallado esta semana de la mano de TomTom , el fabricante holandés de navegadores GPS (Sistema de Posicionamiento Global) el mayor del mundo de su clase. Dispuesto a comprar por 1.800 millones de euros a su principal proveedor de mapas, el también holandés Tele Atlas, dicha operación convertiría a TomTom casi en un intocable para sus rivales. Y no parece que vaya a encontrar demasiados obstáculos. Su oferta ha recibido el visto bueno del consejo de supervisión y de la dirección de Tele Atlas. Uno de los gigantes de la cartografía, la base de datos de este último incluye 64 países; más de 20 millones de carreteras recorridas y dibujadas; 845 millones de direcciones y más de 20 millones de puntos de interés. Tras ser absorbido, además, mantendría su independencia para vender mapas a otras empresas.

Tele Atlas es un gigante de la cartografía, con una base de datos que incluye más de 20 millones de carreteras en 64 países

Pero las intenciones de TomTom superan lo meramente financiero. Para que uno de sus dispositivos GPS presente cualquiera de los mapas, un equipo de geógrafos y topógrafos de Tele Atlas ha debido recorrer antes miles de kilómetros -casi cuatro millones desde el año 2001- en vehículos dotados de cámaras especiales para actualizar la cartografía. Su competidora, Navteq, dispone de 600 topógrafos a escala mundial y siempre en ruta, que hasta enero de 2007 habían repasado alrededor de un millón de kilómetros de carreteras. Pues bien, si el trabajo de búsqueda y comprobación de datos geográficos (ya sea en municipios, catastros, ministerios del ramo o incluso Atlas tradicionales) seguirá siendo el mismo, TomTom y Tele Atlas proponen elaborar sus mapas con la colaboración de los usuarios. En la práctica, se trataría de acumular datos estadísticos sobre el flujo del tráfico para elaborar así nuevos mapas, a diario si es preciso, y calcular en lo posible los atascos. Un deseo este último típicamente holandés y propio de un país donde las filas no se miden en función del número de personas, sino de los coches detenidos en todas las carreteras nacionales.

Informes de usuarios

Harold Goddijn, primer ejecutivo de TomTom, sintetiza la ruta hacia el mapa ideal en cifras. Según él, la empresa ya recibe al mes más de 16.000 informes de usuarios de GPS señalando los errores observados para así poder actualizar los mapas.

Creada en 1991 por dos licenciados de la universidad de Amsterdam, Peter-Frans Pauwels y Pieter Geleen, a los que se uniría, entre otros, Harold Goddijn, TomTom registró en 2006 unos ingresos cercanos a 1.600 millones de dólares (frente a los 10 millones obtenidos en 2002). En 2006 se vendieron 19,8 millones de GPS integrados en coches y la cifra podría alcanzar los 65 millones en 2012.