Atacados la sede del PNV, el juzgado y cinco bancos en Ondarroa
Un grupo de encapuchados que actuaba de forma perfectamente organizada atacó a última hora de la noche del viernes con cócteles molotov el batzoki (sede social) del PNV, el edificio del juzgado de paz y cinco oficinas bancarias en la localidad vizcaína de Ondarroa. Todos los ataques causaron apenas el ennegrecimiento de las fachadas, salvo en el caso de uno de los bancos, cuyo cajero automático resultó completamente destruido.
Los incidentes se produjeron a las 23.45 de anteayer, según indicó la consejería de Interior. Los encapuchados, que actuaron de forma simultánea y con rapidez en el centro de la población, lanzaron los artefactos incendiarios contra la sede peneuvista, el juzgado de Paz y las oficinas de La Caixa, el BBVA, la BBK, Caja Laboral y el Santander. Fue la sucursal de esta última entidad la que salió peor parada y su cajero automático resultó destrozado por el estallido del cóctel.
Los encapuchados cruzaron contenedores en la calle y huyeron velozmente antes de que dotaciones de la Ertzaintza pudieran llegar al lugar.
"Arrasar" el pueblo
Ondarroa está gobernada desde el pasado 27 de julio por una gestora integrada por nueve representantes del PNV, uno del PP y otro de EB después de que en junio no se pudiese constituir el Ayuntamiento por la renuncia de todos los ediles electos -salvo el popular- a tomar posesión de sus puestos por la presión de los simpatizantes de ANV.
Josune Ariztondo, secretaria de la ejecutiva nacional del PNV y miembro ella misma de la gestora, declaró a Europa Press que los violentos no lograron su objetivo de "arrasar" el pueblo gracias a la actuación de la Ertzaintza, la Policía Municipal y los Bomberos. Agregó que los radicales no lograrán impedir que su partido "mejore la convivencia en la localidad mediante el debate y el intercambio de ideas". Dirigentes de los principales partidos vascos -no así de ANV- condenaron a lo largo de ayer el ataque.
Mientras, el PP denunció ayer, por segunda vez en esta semana, las pintadas realizadas en la también localidad vizcaína de Getxo contra el partido y su portavoz municipal, Marisa Arrúe, a los que se tilda de "asesinos".
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