Riba-roja modifica el PAI de Porxinos y da vía libre a la ciudad deportiva

El Ayuntamiento de Riba-roja aprobó ayer con los votos del PP la modificación del Plan de Actuación Integrada (PAI) del Mas de Porxinos, donde está proyectada la futura ciudad deportiva del Valencia CF. Los votos a favor de los diez ediles del PP fueron suficientes; PSPV y EU votaron en contra. El proyecto, que ya se aprobó en el pleno municipal del 25 de junio de 2005, recoge ahora modificaciones importantes impuestas desde la Consejería de Medio Ambiente, la misma que deberá dar el visto bueno al acuerdo alcanzado ayer para la aprobación definitiva del PAI.

Un sábado por la mañana del mes agosto y en un pleno extraordinario. Así, sin posibilidad de rechazo popular -que sí lo hubo la primera vez- y sin que aquella plataforma creada al uso bajo el nombre Salvem Porxinos hiciera el más mínimo ruido se aprobó ayer el texto refundido sobre el PAI de Porxinos. En total fueron 14 los aspectos incluidos en el plan que Medio Ambiente ordenó modificar.

De entre los más destacados está la reducción de 1.659.621 metros cuadrados a la superficie total actual de 1.234.873, lo que supone renunciar a la urbanización de unos 400.000 metros cuadrados, que serán considerados zona protegida. El Valencia deberá ceder a la Generalitat esa misma cantidad de metros urbanizables (1,2 millones) en suelo forestal incluido en el Parque Metropolitano de Valencia. De este modo, la macrourbanización proyectada será menos dañina.

Además, el club de fútbol deberá asumir las mejoras en los accesos al municipio de Riba-roja, las conexiones con Vilamarxant y Loriguilla y el conocido como Camí de Xest. Asimismo, proyectará la conexión de la localidad con Porxinos.

Finalmente, de las 3.500 viviendas proyectadas en un principio quedan 2.676, de las que sólo 426 -muy lejos del 30% que marca la Ley del Suelo estatal, denunció el PSPV- serán Viviendas de Protección Oficial (VPO). Además de la ciudad deportiva y de los edificios, el futuro Porxinos dispondrá de un hotel, canchas de paddle, campos de golf, piscinas...

El total de suelos dotacionales será de 664.965 metros cuadrados, 20.000 más de los que el Valencia está obligado a ceder al Ayuntamiento, según el propio alcalde del municipio, Francisco Tarazona. A su vez, Litoral del Este, SL, empresa participada en su totalidad por el Valencia y creada expresamente para el proyecto de la ciudad deportiva en Porxinos, aportará a las arcas municipales más de 20 millones de euros, que deben invertirse, según el acuerdo, en una piscina municipal, un centro de salud o la llegada del metro, entre otros proyectos.

Pero no todo son bondades en referencia a este polémico plan. El portavoz municipal del PSPV, Roberto Raga, aportó un documento sustancial que podría entorpecer cuando menos el inicio de las obras. Se trata de un informe de la Consejería de Cultura que autoriza una intervención arqueológica en el PAI Mas de Porxinos, precisamente en la zona destinada a usos deportivos, por el hallazgo reciente de dos nuevos yacimientos arqueológicos: Fonteta Raquea -cuya cronología abarca desde el siglo III a. C. hasta el siglo II d. C.- y Terrazas Porxinos -con restos del Paleolítico Medio-. Antes de cualquier actuación en dicho ámbito se deberá liberar el solar de esa carga arqueológica.

Por otra parte, el PSPV denunció que el gobierno popular aprovechara la reordenación del Plan General para proponer un concierto previo que supone la reclasificación de más de 13,8 millones de metros cuadrados, unos 20 PAI nuevos en el término municipal de Riba-roja.

El plan que hará realidad esta suculenta, al menos para el Valencia, operación urbanística se aprobó al fin con un entusiasmado Tarazona, eufórico por poder "decir sí al Valencia CF". El proyecto del club de Mestalla supondrá la eliminación de "uno de los lugares de mayor valor ambiental del término municipal de Riba-roja del Túria", según reza el informe de impacto ambiental de Medio Ambiente.