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Reportaje:La investigación de los incendios

Fuegos recurrentes en el campo de tiro

La Junta y el Ministerio de Defensa discrepan sobre las causas de los incendios en Cerro Muriano

Reyes Rincón

14 incendios forestales en cinco años. La media de fuegos que arrastra el campo militar de Cerro Muriano (Córdoba) supera con mucho la de cualquier otro paraje de Andalucía. El último, registrado el pasado fin de semana, arrasó 4.100 hectáreas, 10 veces más que la suma de los cinco fuegos que se originaron en estos terrenos entre mayo y octubre de 2006. La Junta considera que tal acumulación de siniestros no puede ser casual, pero el Ministerio de Defensa sostiene que la gestión ambiental de Cerro Muriano es "ejemplar".

"Una de las principales medidas contra incendios en cualquier zona es mantener en perfecto estado los cortafuegos, como se ha hecho en el campo de tiro y maniobras de Cerro Muriano, que ha obtenido en este mes de junio el certificado de aprobación ISO 14001 del sistema de gestión medioambiental", explica el teniente coronel de Infantería José Luis Mejía Fernández de Velasco, del departamento de Comunicación del Ejército. Defensa advierte además de que la delegación provincial de Medio Ambiente "revisa anualmente" los 48 kilómetros de cortafuegos de los que dispone este campo.

Pero los reproches de la Junta no se dirigen hacia el mantenimiento de los cortafuegos, aunque el Gobierno andaluz sí que va a pedir que se ensanchen (de los 90 metros actuales a 250) después de que el incendio de la semana pasada lograra saltárselos todos. Lo que la Junta ha pedido es que los militares limpien de municiones el campo una vez que acaba la temporada de prácticas de tiro con fuego real, que según Defensa se suspenden entre mayo y octubre precisamente para evitar incendios. Si, como asegura Defensa, durante el verano no se utilizan armas, el Gobierno andaluz sólo encuentra una explicación a los siniestros recurrentes: la explosión espontánea de proyectiles abandonados en el campo de tiro, una hipótesis a la que también se suman los ecologistas.

Los militares, sin embargo, rechazan esta posibilidad. Según el teniente coronel José Luis Mejía, el número de proyectiles que no hace explosión al ser lanzado es "mínimo". Y, cuando la munición no explosiona durante los ejercicios de tiro, "es localizada y destruida de forma controlada por los artificieros del Ejército", asegura Mejía, quien califica de "muy improbable" que el origen de los incendios esté en la ignición de proyectiles abandonados. "Las municiones reúnen unas características técnicas que hacen segura su manipulación, por lo que están preparadas para soportar temperaturas extremas. La munición que explosiona lo hace normalmente por efecto del fuego que previamente se haya producido por otra causa", afirma el teniente coronel.

¿Dónde puede estar esa otra causa? "Según nuestros datos la mayoría son por causa desconocida", explica el portavoz de Defensa. Otras fuentes militares sugieren que el origen de al menos algunos de los siniestros pudo partir de los cazadores que frecuentan la zona en busca de algunas especies de aves que abundan en el entorno del campo militar. El teniente Coronel Mejía, sin embargo, afirma que "es posible" que se practique la caza "en los aledaños del campo", pero que no "existen datos" de que hayan sido la causa de alguno de los fuegos.

No es la primera ocasión en que la Junta y Defensa discrepan por un incendio forestal en terrenos militares. Ha ocurrido con otros fuegos en Cerro Muriano o en el campo de tiro de El Retín, en Cádiz. Desde la Consejería de Medio Ambiente advierten de que los trabajos de extinción en estos terrenos son además especialmente complejos porque el suelo de Defensa está excluido de los planes de prevención y extinción de las comunidades autónomas.

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La disposición adicional segunda de la ley de Montes de 2003 regula las competencias en el territorio forestal propiedad del Ministerio de Defensa y, en caso de fuego, se las atribuye a este departamento. "En estos territorios la defensa contra incendios forestales será responsabilidad del Ministerio de Defensa, con el asesoramiento técnico del ministerio de Medio Ambiente", recoge la norma. Según fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, los efectivos del Infoca no pueden ni entrar a apagar las llamas ni sobrevolar el terreno. "Lo único que podemos hacer es estar en la retaguardia a la espera de que las llamas salgan del perímetro militar. Cuando sale, ya es nuestro".

Aunque la polémica no es nueva, la investigación de oficio abierta esta semana por el fiscal general del Estado para averiguar las causas del último fuego de Cerro Muriano permitirá disipar las dudas de quién lleva la razón.

Un avión contraincendios trabaja en las tareas de extinción del pasado fin de semana en Cerro Muriano.
Un avión contraincendios trabaja en las tareas de extinción del pasado fin de semana en Cerro Muriano.REUTERS

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Sobre la firma

Reyes Rincón
Redactora que cubre la información del Tribunal Supremo, el CGPJ y otras áreas de la justicia. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local en Sevilla, corresponsal en Granada y se ha ocupado de diversas carteras sociales. Es licenciada en Periodismo y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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