Girona restaurará la iglesia de Sant Feliu con piedra de "imitación"

La iglesia colegiata de Sant Feliu, uno de los monumentos góticos más emblemáticos de Girona, tendrá que acabar de restaurarse con piedra de Sant Vicenç de Castellet (Bages), ante la dificultad de encontrar piedra local por una falta de acuerdo entre las pedreras y el Ayuntamiento de la ciudad. La comisión de Patrimonio de Girona decidió autorizar de forma "excepcional" la utilización de piedra de Sant Vicenç, que los expertos consideran de "imitación", ya que tiene un aspecto similar a la de Girona y también contiene numulitos o fósiles. Miquel Sitjar, director de los servicios territoriales de Cultura, instó no obstante a utilizarla en las zonas "menos visibles" del monumento, como la parte superior del campanario, los pináculos o en las esquinas.

Las obras, que afectan a la fachada y al campanario de la colegiata gótica comenzaron a finales del año pasado y se prolongarán hasta finales de 2007, si se cumplen las previsiones y no hay problemas con el suministro de la piedra, tal como han alertado los responsables de la rehabilitación. Según los propietarios de las pedreras, hay piedra de Girona "como para levantar otra catedral" y tienen permisos de Medio Ambiente, pero no cuentan con la autorización municipal para extraerla.

Desde el Consistorio achacan la falta de piedra a un problema de rentabilidad económica de las pedreras, aunque reconocen que no les interesa una actividad extractiva continuada porque no es compatible con la normativa de la zona, planteada como parque.

La restauración de Sant Feliu provocó el pasado mes cierta polémica, ya que los expertos prefieren la piedra de Girona y desde Patrimonio se ha recomendado siempre el uso de ésta última. Los contrarios a la piedra del Bages recuerdan que en los años setenta, la puerta de los Apóstoles de la catedral de Girona se restauró con una piedra de color diferente y que el "impacto visual" continúa siendo motivo de crítica a día de hoy.