6.000 euros para ser español

Los funcionarios del Juzgado de lo Civil de la calle de Pradillo (distrito de Chamartín) sospecharon que había algo raro. La documentación presentada por algunos nigerianos que solicitaban casarse con españoles resultaba extraña. Los sellos parecían falsificados. Por ello, avisaron a los agentes de la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación, que confirmaron sus sospechas. Los policías han detenido a cuatro inmigrantes (tres mujeres y un hombre) que, supuestamente, querían contraer matrimonio de conveniencia, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía de Madrid. De esta forma, con estas uniones conseguirían de manera inmediata la tarjeta de residencia en España.

Los sellos para autentificar los documentos habían sido falsificados

Las investigaciones comenzaron hace unos meses, cuando los funcionarios de la calle de Pradillo vieron que con determinada frecuencia acudían inmigrantes nigerianos a casarse con españoles. La rapidez con que estos extranjeros conseguían determinada documentación, como la partida de nacimiento en su país, les chocaba a los trabajadores del juzgado.

A raíz de su denuncia, los policías del Grupo VIII de la Brigada de Extranjería comenzaron a estudiar los últimos expedientes. "Sólo vimos los más sospechosos. Los funcionarios, como tienen muy buen ojo, nos señalaron los que les infundían mayores sospechas. Fuimos directamente a ellos", comentó un responsable policial.

De la treintena de casos que les pusieron sobre la mesa, cuatro tenían documentación falsificada. Los sellos para dar validez a todos los documentos no se correspondían con los auténticos. Eran burdas copias, que no colaban en caso de una mínima inspección. De todas formas, la Dirección General de Asuntos y Asistencia Consulares certificó la falsedad de los documentos aportados a los expedientes.

A partir de ahí, se puso en marcha la maquinaria para detener a los nigerianos. Eran tres mujeres y un hombre: Igie E., Sandra E., Evelyn J. y Leonard Okwudiri Ch. Todos tienen la misma edad, 24 años.

Los jueces que tenían que casar a estos ciudadanos con españoles, de acuerdo con los policías, citaron a todos para que acudieran el pasado jueves 26 de julio a la sede de la calle de Pradillo. Supuestamente se trataba del llamado trámite de audiencia, en el que el juez escucha a los contrayentes antes de formalizar el matrimonio. Nada más lejos de la realidad. Cuando acudieron las cuatro parejas, los funcionarios les dijeron que tenían que contestar antes de la audiencia a unas preguntas de la policía. En principio, simple rutina.

Los cuatro inmigrantes fueron detenidos por los policías de Extranjería acusados de un delito de falsedad documental. También se ha solicitado su expulsión de España, por infringir la Ley de Extranjería. Los españoles quedaron en libertad, ya que no existe ningún delito por pactar un matrimonio de conveniencia. Los cuatro, por tanto, se quedaron con las ganas de dar el "sí quiero" ante el juez de lo Civil. Boda frustrada.

En los interrogatorios los españoles confesaron que cobran unos 6.000 euros por estos matrimonios pactados. La forma de contactar con estos españoles se da generalmente por el boca a boca y en círculos muy reducidos frecuentados por inmigrantes. "Siempre suele hacerse con personas con antecedentes penales, a veces con toxicómanos, que logran un dinero muy interesante. Se prestan fácil porque a ellos les da lo mismo el estar casados o no", añadieron fuentes policiales.

Esta operación es la segunda de estas características que desarrolla la Brigada de Extranjería en lo que va de año. La última se produjo en mayo, cuando también fue detenido otro nigeriano por un matrimonio similar. Y los responsables de estas operaciones aseguran que las repetirán en las próximas semanas hasta que los juzgados de lo Civil sean un lugar incómodo para las uniones pactadas. "Si seguimos en esta dinámica, seguro que se marchan a otros lugares donde se hagan menos controles y sea más fácil colar los expedientes", añaden fuentes del caso.

La Brigada de Extranjería ha contactado con los registros civiles de la región. Se trata de facilitarles información y alertarles para que les informen de todas las irregularidades que crean que pueden detectar.