Condenado un agente de la Policía Local de Castelldefels por agredir a un colombiano
El agente propinó a la víctima patadas en el abdomen y le roció los ojos con un aerosol
El Juzgado de Instrucción número 4 de Gavà (Baix Llobregat) ha condenado a un agente de la Policía Local de Castelldefels por agredir a un ciudadano de origen colombiano. La sentencia obliga al policía a pagar a la víctima, José Chamorro, una multa de 680 euros en concepto de indemnización. La juez considera, además, que el Ayuntamiento de Castelldefels es responsable subsidiario de los hechos. El agente condenado lanzó al suelo a José, donde le propinó diversos puntapiés en el abdomen. Después le roció con un aerosol en los ojos.
Los hechos ocurrieron el 18 de noviembre de 2005. José, natural de Cali (Colombia), se encontraba trabajando en una panadería de Castelldefels. Hacia las 12.30 horas, un agente de la Policía Municipal irrumpió en el local. Era Pedro. Su número de placa es el 32. Y en el municipio es conocido por muchos con el apodo de Robocop, el popular personaje de cine que ejercía su autoridad con la eficacia (y la frialdad) de un robot.
Pedro apareció acompañado de una mujer que pretendía interponer una denuncia contra José. Según explicó ayer a este diario la víctima de la agresión, se trataba de una señora que había conocido hacía poco tiempo y que le había amenazado. El policía, en cualquier caso, pidió a José que se identificara. Éste no atendió en un principio el requerimiento del agente y siguió hablando por teléfono como si nada, según recoge la sentencia.
Parte de lesiones
El agente no toleró nada bien aquel desdén y ahí empezaron los problemas: le lanzó de un manotazo el teléfono móvil y propinó a José un fuerte empujón, arrojándolo sobre una mesa estantería. Después lo tiró al suelo, donde le dio varias patadas y "le inmovilizó con una pierna sobre la barriga para tratar de ponerle las esposas". Todo eso, "sin que el denunciante opusiera resistencia", según hace constar la juez.
Cuando Pedro roció a José con un aerosol en los ojos, éste huyó a refugiarse al cuarto de baño. Aunque ahora ya ha regularizado su situación en España, José era entonces un inmigrante sin papeles. Según el testimonio de la víctima, una vez en las dependencias policiales, Pedro le obligó a firmar un documento y le amenazó con ponerle en problemas si le denunciaba. "Esto no es nada, por resistencia a la autoridad yo puedo romperte la cabeza, quebrarte un brazo o pegarte dos tiros. Que me entere yo de alguna denuncia..." fue lo que José relató de aquel episodio. Sin embargo, la juez señala que "no ha quedado acreditada" la existencia de tales amenazas.
Unas horas después de la agresión, José fue asistido en el CAP de Castelldefels de varias lesiones: conjuntivitis aguda en el ojo izquierdo, lesión en el antebrazo derecho y bultoma, por lo que tuvo que estar varios días de baja. "Yo padecía una hernia y las patadas que me dio el policía me la empeoraron. Así que en realidad tuve que estar ocho meses de baja, aunque la juez no pudo acreditar que el empeoramiento fuera consecuencia de la agresión", explicó.
El testimonio de las personas que presenciaron la agresión -y que coincidía punto por punto con la declaración prestada por José- ha servido a la juez de base para fundamentar su sentencia. La magistrada, además, no tuvo en cuenta el testimonio de la mujer que acompañaba a Pedro, "habida cuenta la relación de enemistad que mantiene con el denunciante".
Tras el suceso, José acudió a una abogada de oficio para interponer una denuncia. "Me recomendó que no hiciera nada, dada mi situación irregular". La entidad SOS Racismo se hizo entonces cargo de su caso.
En el juicio contra el agente, la magistrada decidió absolver a Pedro de las faltas de coacciones y amenazas por falta de pruebas. La juez condena al agente, por una falta consumada de lesiones, a abonar una multa de 450 euros. Además, deberá pagar otros 230 euros por las lesiones sufridas. José no está nada satisfecho: "Después de todo, uno ha de conformarse con unos pocos euros".
Un portavoz oficial del Ayuntamiento de Castelldefels rechazó ayer valorar el contenido de la sentencia, que considera al Consistorio responsable civil subsidiario. El portavoz alegó que todavía no ha recibido una notificación oficial de la sentencia, a pesar de que este diario le facilitó ayer una copia del documento. Indicó, además, que por el momento no tomará ninguna medida disciplinaria contra el agente.
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