Un camino muy tortuoso

Contrariamente a lo que podría parecer, la proximidad en la clasificación del Mundial de fórmula 1 entre Fernando Alonso y Lewis Hamilton no supone ninguna satisfacción especial para el equipo McLaren Mercedes, sino una nueva fuente de problemas internos. Las cosas no van a resultarle fáciles al español a partir del Gran Premio de Hungría, el próximo domingo. El asturiano, que acaba de cumplir 26 años, se siente cada vez menos integrado en la escudería británica y ésta hace ya tiempo que ha apostado por Hamilton.

La última muestra la dio Ron Dennis, el patrón del equipo, en unas declaraciones a la revista People. No le falta razón cuando asegura que el 50% de los pilotos del paddock "son unos inútiles, siempre muy bien pagados". Sin embargo, las perlas de sus manifestaciones llegan cuando habla del prototipo de piloto que quiere para su escudería y que le llevó a fichar a Hamilton. "No queríamos uno formado en otro equipo, sino uno nuevo y en plena ascensión. No nos interesaba un veterano con los hábitos propios de otros equipos. Eso habría sido tirar el dinero", afirma. "Si queríamos innovar, debíamos apostar por un piloto motivado y que se involucrara en el equipo en todos los aspectos: comportamiento, imagen, respeto a las normas y la propia preparación física... Nuestros pilotos deben estar concentrados e involucrados y no distraerse pensando en aspectos materiales", concluye.

Al patrón no le gustó la actitud de Alonso en el tema del espionaje

Tampoco vio bien el desplante que le hizo tras ganar en Alemania

Además, el español trata de ocultar información de utilidad para Hamilton

Todas estas premisas se ajustan al modelo de Hamilton, pero no al de Alonso, una persona mucho más explosiva y mucho menos integrada en la dinámica del equipo que su compañero. Hay algunos aspectos del comportamiento de Alonso que a Dennis no le han gustado.

El primero, el desplante que sufrió en el último Gran Premio de Alemania, cuando, tras su victoria, el patrón de McLaren le aguardaba antes de subir al podio para felicitarle y recibió un frío saludo por parte del ovetense. Tampoco le gustó la actitud de Alonso cuando en la sala de espera mantuvo una discusión airada con el brasileño Felipe Massa, de Ferrari, al que acusó de haberle tocado voluntariamente cuando le adelantó. Dennis dio incluso una palmada a Massa para tranquilizarle y aconsejó a Alonso que no se enojara tanto y se dedicara más a celebrar su éxito en Nurburgring.

El segundo, que Alonso no se mostrara al lado del equipo de forma contundente, lo que sí hizo Hamilton, en todo el asunto del espionaje de McLaren a Ferrari. "Esperemos que no haya sanción, pero si les castigan será porque algo habrán hecho", advirtió Alonso antes de que se celebrara la reunión del Consejo Mundial de la FIA que culpó a McLaren de haber tenido documentación confidencial de Ferrari desde marzo hasta julio, pero no le sancionó porque no pudo demostrar que la hubiera utilizado en su beneficio y en detrimento del Mundial.

El tercero, que Alonso esté intentando ocultar información sobre la puesta a punto de su monoplaza los viernes de carrera para que Hamilton no pueda utilizar sus datos y aplicarlos a su coche.

Dennis es un maniático de la imagen. Y estas actitudes no coinciden con el paradigma de piloto que él ha idealizado. Está claro que todo eso no ayudará a Alonso a encontrar estabilidad en McLaren. El equipo le dará, como a Hamilton, el mejor material de que disponga para que siga ganando carreras. Pero en los pequeños detalles, decisivos a veces, intentará conceder ventajas al británico: salir con menos gasolina en la última cronometrada, mejor estrategia en las paradas en boxes...

Todo esto ocurre cuando se han disputado ya diez carreras del Mundial -quedan siete- y Hamilton domina la clasificación con 70 puntos, pero sintiendo en su cogote el aliento de Alonso, a sólo dos puntos tras haberle recortado 12 en las últimas dos. Pero también cuando McLaren, que lidera con 27 puntos de ventaja sobre Ferrari el Mundial de constructores, vuelve a estar amenazado por la descalificación, ahora por el Tribunal de Apelación de la FIA. Dennis exige solidaridad e implicación en una situación tan delicada. Pero Alonso y probablemente Hamilton sólo piensan en ganar el título de pilotos.