Ferlosio y la ciudadanía
No tiene nada de raro que a Sánchez Ferlosio le parezca nuestra concepción de la ciudadanía una "idea aceptable" (EL PAÍS, 29-7-2007). Se trata de una idea que los autores de Educación para la ciudadanía (Akal, 2007) tenemos muy claro haber tomado, más que nada, del propio Ferlosio. Debe ser cierto que nos hemos expresado "torpemente", porque lo que intentábamos lograr con nuestro libro era precisamente eso que él nos reprocha haber perdido la oportunidad de hacer: explicar la trascendencia insólita de plantar el germen de lo impersonal en el suelo de la vida política. Respecto del necesario compromiso de la enseñanza pública con el carácter impersonal del saber científico, lo mejor será declarar (para evitar nuevas torpezas) que lo que queremos defender es exactamente lo que dice Ferlosio. No en vano, los tres autores del libro hemos sido muy activos en la oposición de izquierdas a esta asignatura que, aunque no ha salido mucho en los periódicos, también ha existido.
Otra cosa es que nos hayamos resignado a hacer de la necesidad virtud, intentando que por lo menos no sea una completa estafa el contenido de la idea de la ciudadanía con el que se va a pretender "educar" a los alumnos. Y por cierto que creemos que Ferlosio no siempre se toma suficientemente en serio esta estafa y que también pierde no pocas ocasiones de oro para denunciar eso que en nuestro libro llamamos la "ilusión de la ciudadanía", un espejismo con el que aquello que sólo podría juzgarse el "nuevo racismo de nuestro tiempo" se viste con los ropajes del Estado de derecho.
