El fuego arrasa el bosque de dos grandes islas
Los dos incendios que simultáneamente arrasan las cumbres forestales de las islas de Gran Canaria y Tenerife sumaban hasta anoche un perímetro de 35.000 hectáreas afectadas, aunque no toda la zona del interior está calcinada, y obligaron al desalojo de unos 14.000 habitantes de caseríos y núcleos completos, una cifra que supera la población completa de la isla de El Hierro. Al menos 100 viviendas en Tenerife ya han quedado destruidas y otras 60 en Gran Canaria. Unas 10 carreteras permanecen cerradas en ambas islas, mientras el servicio canario de la salud asegura haber atendido a más de 26 personas con cuadros de crisis de ansiedad, dificultad respiratoria, intoxicaciones leves por humo y quemaduras en pies de carácter leve. Ninguna zona turística ha quedado afectada.
Zapatero cancela su viaje a Barcelona para visitar las zonas canarias devastadas por las llamas, que duran ya cinco días
Las instituciones aprueban ayudas hasta de 3.000 euros para cada familia afectada
Los incendios de Tenerife y Gran Canaria devoran más de 35.000 hectáreas y obligan a evacuar a 14.000 personas
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, canceló ayer su viaje previsto para hoy a Barcelona con el fin de visitar las dos islas devoradas por las llamas.
El fuego era ayer más virulento en Tenerife, donde más de diez municipios de la franja noroeste permanecen en alerta y los esfuerzos se centran en numerosos y potentes focos fuera de control. Las llamas se detectaron a las 10 de la mañana del lunes en Los Campeches (Los Realejos) y avanzaron en pocas horas más de 20 kilómetros en dirección noroeste, impulsadas por vientos de 60 kilómetros por hora y temperaturas superiores a 40º. Los helicópteros apenas podían operar con ese viento y las enormes chimeneas de humo se extendieron por toda la franja forestal noroeste de la isla de Tenerife, que suma más del 40% de la masa forestal de toda la isla.
El fuego afectaba ayer a los siguientes municipios: Los Realejos, San Juan de la Rambla, La Guancha, Icod de los Vinos, Garachico, El Tanque, Los Silos, Buenavista del Norte, Tacoronte, El Sauzal, Santiago del Teide y Guía de Isora. "La situación es grave, dramática", resumió el presidente canario, Paulino Rivero. "El primer interés es salvaguardar la integridad y seguridad de las personas", añadió, para pedir a continuación "comprensión" cuando los agentes reclamen que los vecinos abandonen sus casas. En algunos municipios se registraron enfrentamientos por parte de familias que no se consideraban en peligro y se negaban a abandonar sus hogares.
Los principales frentes en Tenerife estaban anoche en Buenavista del Norte, Santiago del Teide (Masca y Tamaimo), El Tanque (San José de Los Llanos), y Garachico (La Montañeta), aunque los cambios en la dirección del viento avivan focos que parecían controlados. "Cuando el viento cambie esta noche de dirección de las cumbres a la costa, podríamos tener peligro en las zonas más habitadas", resumió un vecino de La Guancha.
Lengua de fuego
El perímetro afectado en Tenerife supera las 15.000 hectáreas, aunque el presidente del cabildo insular, Ricardo Melchior, reconocía que en su interior había zonas por las que la lengua de fuego había pasado con tal rapidez que el bosque había quedado casi intacto, frente a otras áreas totalmente calcinadas. El fuego comenzó en zonas de medianías, cerca de núcleos habitados con asentamientos rurales y avanza hacia la cumbre con intención de devorar la enorme masa de bosque de pino canario y laurisilva que rodea el Parque Nacional del Teide, la conocida popularmente como "corona forestal".
En Gran Canaria, con 20.000 hectáreas afectadas y más de 5.200 evacuados, se produjeron los altercados más serios entre vecinos que querían volver a sus casas en las cumbres de Mogán y San Bartolomé de Tirajana y el primer accidente, cuando dos soldados de la Unidad Militar de Emergencias quedaron heridos leves tras el vuelco de un camión. Después de 100 horas de incendio, todos los focos parecían ayer bajo control, aunque se vigilaba especialmente los montes de San Bartolomé de Tirajana y los del municipio vecino, Santa Lucía. La Fundación Canaria para la Reforestación ya estimaba ayer como totalmente calcinada más de un tercio de la superficie forestal de toda la isla. El presidente insular, José Miguel Pérez, atribuyó a los vientos, las altas temperaturas y "una humedad inédita por debajo del 5%" como los acelerantes del fuego prendido por un vigilante forestal, en protesta por la corta duración de su contrato. Otros focos, bajo vigilancia, estaban en El Sequero (para evitar que alcanzara la reserva del Pozo de las Nieves), Presa de Siberio, Tocodomás y El Hoyo (ambos en La Aldea).
La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, que permaneció todo el día en Gran Canaria y viajó por la tarde a Tenerife, anunció el desplazamiento inmediato a esta isla de 244 efectivos de varias Unidades Militares para Emergencias, 75 brigadistas antiincendios de la base de Daroca (Zaragoza), otros dos helicópteros y dos aviones más de carga en tierra, con capacidad para 3.500 litros cada uno. Paulino Rivero habló con Narbona, con la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y con Zapatero, con los que ha acordado el envío de estos últimos medios humanos y materiales y la aprobación de ayudas económicas para las familias afectadas.
Los cabildos de ambas islas ya han dado el primer paso. El de Gran Canaria ofrece 2.500 euros para cada familia afectada y el de Tenerife, 3.000. El Consejo de Gobierno de Canarias, reunido ayer, aprobó medidas económicas directas a las familias para recuperar enseres calcinados o estropeados, además de otra línea de ayuda para rehabilitación de viviendas. Los empresarios del campo recibirán ayudas por desperfectos en sus instalaciones, ganado o terrenos agrícolas; y lo mismo comerciantes, hoteleros y empresas. Por último, el Gobierno aprobó una quinta línea de ayudas a los ayuntamientos para reparar infraestructuras, equipamientos y servicios quemados por las llamas.
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