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Entrevista:RAMON OLLER | Coreógrafo

"Sin un traidor no se puede ser inocente"

En 23 años de dedicación al mundo de la coreografía, Ramon Oller (Esparreguera, 1962) ha ideado más de 40 obras. Muchas de ellas han nacido en el seno de su propia compañía, Metros, pero su genio creador ha encontrado un poderoso eco en otros foros: la Compañía Nacional de Danza, el Ballet Nacional de España, el Ballet de Cristina Hoyos y el Ballet Hispánico de Nueva York, para el que realiza una coreografía al año. Entre sus producciones más exitosas se cuenta una versión de Carmen a caballo entre el flamenco y la danza contemporánea, con música de Bizet y de Martirio. Se estrenó en Peralada en 2003 y ahora recala en Barcelona por tercera vez: entre el 1 y el 19 de agosto se podrá ver en el teatro Condal. Aún quedan compromisos que cumplir con esta pieza, pero Oller ya tiene en mente otras dos: un espectáculo sobre Judas y una adaptación de El principito para público familiar.

Repone 'Carmen' y prepara un montaje sobre Judas
"Cuando se quiere tapar algo se promociona la danza"

Pregunta. ¿Qué le atrae de Judas?

Respuesta. Que sin un traidor no se puede ser inocente. Y que, en consecuencia, es muy fácil ser inocente cuando hay un traidor. Con anterioridad también hice una obra sobre María Magdalena. Supongo que tiene que ver con el hecho de haber nacido en Esparreguera, con toda la tradición de La Passió.

P. ¿Cuándo se estrenará el espectáculo?

R. Todavía está por concretar, como también dónde se verá. Seguramente llegará a los escenarios el próximo verano. Antes, en Navidad, estrenaremos una adaptación de El principito que será un cuento visual. Tampoco sé dónde lo haremos, pero seguro que no será un teatro público porque éstos no se arriesgan, y menos cuando se trata, como éste, de un espectáculo para público familiar.

P. ¿Cuál es su tipo de personaje favorito, el que más le inspira?

R. Me seduce todo tipo de personajes, sobre todo me tiene que interesar entrar en su mundo, indagar en él. Para hacer una coreografía me gusta mucho documentarme.

P. Pero parece tener una especial querencia por las mujeres.

R. Siempre me han gustado mucho más los personajes femeninos, pero sobre todo deben ser personajes con una parte humana que me atraiga.

P. Carmen es el espectáculo de la compañía Metros que más se ha representado. Se ha visto en muchos lugares, entre ellos Nueva York. ¿Por qué es tan atractivo?

R. Porque es una historia muy humana, que por desgracia ocurre hoy en día y siempre. Todavía hay muchas convivencias que terminan en desastre. A mí me atrajo por la libertad y la franqueza del personaje, por la determinación de hacer lo que uno siente aunque sea algo con lo que te juegues la vida.

P. ¿Cómo es su Carmen?

R. Muy poco estereotipada, muy natural y visceral. Es un juego de emociones en los que la sofisticación no tiene cabida.

P. ¿A quién se puede asimilar hoy el personaje?

R. Creo que todas las mujeres y todos los hombres tienen dentro esta rebelión. Carmen forma parte de la sociedad. Muchas veces la sociedad te da mazazos, y hay gente que quiere rebelarse, lo cual está muy bien.

P. ¿Dónde sitúa su adaptación?

R. Sucede en un tejado, porque el espacio de Carmen es un espacio fronterizo, sin control, un espacio entre el cielo y la tierra. Creo que eso lo resumen muy bien los tejados: hoy en día no sabemos qué ocurre en los tejados de Barcelona.

P. ¿El espectáculo se recibe mejor fuera que aquí?

R. Yo siempre tengo mucho más trabajo fuera. Pero no me puedo quejar porque Carmen se ha hecho en toda España. La danza aquí es difícil, y yo tengo muchas posibilidades de trabajar en Francia, en Estados Unidos...

P. ¿Cuál es la evolución que ha experimentado la danza desde que usted se dedica a ella?

R. Ha cambiado mucho, ha dado un gran vuelco, y el público la aprecia mucho más. Pero no sé si eso obedece a que se ha ayudado a la danza, creo simplemente que lo que ocurre es que la danza ha conectado mucho más con el público.

P. Pero se ha incrementado mucho el respaldo institucional.

R. Es cierto, pero creo que se tendrían que potenciar mucho los proyectos, no sólo el hecho de hacer en conjunto una apuesta por la danza, o en abstracto. Eso es algo extraño. Creo que se ha avanzado, pero habrá que ver que si esta apuesta da o no sus frutos.

P. ¿Cómo se mantiene una compañía de 19 bailarines?

R. Actuando cada día, buscando muchas funciones, trabajando y trabajando. Y pese a todo, cuesta.

P. ¿En qué punto artístico se encuentra Ramon Oller actualmente?

R. Todavía no me he aburrido de mí mismo, lo cual me permite seguir pasándomelo bien. Eso es lo más importante.

P. Formule un deseo para la danza.

R. Que le den libertad, que no se aprovechen de ella políticamente. Cuando se quiere tapar algo se promociona la danza, y esto produce cierta lástima. Me gustaría que se hicieran apuestas más sinceras y sólidas; por ejemplo, por crear temporadas estables de danza. Los políticos no creen en ella.

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