BNG y PSOE firman en Pontevedra un gobierno "equilibrado y fuerte"

El bipartito de Pontevedra, después de dos meses de negociaciones, es ya una realidad. El alcalde nacionalista, Miguel Anxo Fernández Lores, y la portavoz socialista, Teresa Casal, firmaron ayer el acuerdo para un gobierno que auguran "novedoso, equilibrado y fuerte", según declaraciones del regidor que se mostró "absolutamente satisfecho" con el documento. El gran caballo de batalla de la negociación, el urbanismo, se ha resuelto con un reparto entre ambas fuerzas. Igual sucede con las competencias sobre medioambiente.

Los dos partidos se han repartido las áreas de gobierno, pero aún no han determinado los nombres que gestionarán cada una de las concejalías, tarea pendiente para los próximos días.

El Bloque mantendrá la responsabilidad del Plan General de Ordenación Municipal, así como de las infraestructuras y obras públicas en suelo urbano. Esas mismas competencias en el ámbito del rural pasan a manos socialistas, que asume también el centro histórico, la gestión urbanística, la concesión de licencias, ejecución jurídica y vivienda.

El Bloque gestionará Medio Ambiente en el ámbito urbano (playas, parques y jardines y gestión de residuos) y la formación que lidera Teresa Casal hará lo propio en los espacios naturales. Los socialistas continuarán al frente de Turismo, Promoción Económica, Servicios Sociales y Educación. Los nacionalistas, por su parte, mantienen Protección Ciudadana, Cultura y Hacienda y se hacen con Transporte y Deportes, en manos de sus socios de gobierno durante la anterior legislatura.

"Casar objetivos"

Fernández Lores volvió a insistir ayer en que durante los dos meses de diálogo entre ambas formaciones "se ha trabajado mucho", en especial en los conceptos de "priorización y enfoque" con los que la coalición afrontará esta legislatura. Un aspecto en el que también incidió Teresa Casal, que reconoció que "hubo un intento muy grande por parte de las dos agrupaciones a la hora de casar los objetivos". El resultado de ese "esfuerzo" para cuadrar los programas se plasmará en un gobierno "equilibrado en cuanto a responsabilidades y presupuestos", que "estará por encima de intereses partidistas y particulares", aseguró Casal.

El PP que lidera Telmo Martín podría ser el primero en sufrir las consecuencias de esta coalición, ya que Fernández Lores sugirió la posibilidad de replantearse las tres dedicaciones exclusivas propuestas en principio a los populares como consecuencia de "la preocupación del PP por el excesivo gasto", algo que "tendremos en cuenta", señaló.

El objetivo inmediato es elaborar un plan de actuación para el periodo 2007-2015, que deberá ser aprobado antes del 20 de noviembre y en el que las infraestructuras serán la prioridad. Los dos socios han acordado crear una comisión de seguimiento del pacto de gobierno, que velará por la "lealtad y autonomía" de ambas formaciones.