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Reportaje:

Bañuelos tira la toalla

Lo anunció hace un mes y ayer cumplió. Enrique Bañuelos ha tirado la toalla como presidente y consejero de Astroc, la inmobiliaria valenciana que vio hundirse en unas horas tras alcanzar un éxito vertiginoso. Bañuelos hizo ayer efectivo el anuncio que formuló en junio ante la junta de accionistas y comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su dimisión. Le sustituye en la presidencia Juan Carlos Nozaleda, representante del Grupo Nozar, segundo accionista de la inmobiliaria, por detrás del propio Bañuelos.

Juan Carlos Nozaleda sustituye a Bañuelos como presidente y se convertirá en el mayor accionista del nuevo grupo
La Bolsa reacciona con euforia y las acciones de la inmobiliaria llegan a subir el 50% al conocerse la dimisión
El objetivo de los grandes accionistas es ganar peso en el proceso de fusión en marcha
Bañuelos explicó al consejo que éste es el momento adecuado para dejar la presidencia
El fundador de Astroc deja la presidencia y su puesto de consejero, aunque se mantiene, de momento, como accionista
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Pese a ser una dimisión esperada, la Bolsa celebró la salida de Bañuelos con euforia. Las acciones de Astroc llegaron a subir ayer el 50% y cerraron a 12,75 euros, un 38,74% más que la víspera. Los inversores culpan claramente a Bañuelos de la crisis de la inmobiliaria y parecen apostar por la nueva etapa. Anteayer, el anuncio de una fusión con la inmobiliaria Aisa ya supuso un respiro para Astroc, que cerró con una subida del 12%.

Astroc se encuentra también en proceso de fusión con sus participadas Landscape y Rayet Promociones. Ésta es la estrategia que el equipo gestor que tomó el relevo tras el descalabro de Astroc en Bolsa, la pasada primavera, ha puesto en marcha. El consejero delegado y número dos de Bañuelos, Jon Palomero, fue el primero en abandonar el barco, y fue sustituido por Juan Antonio Alcaraz.

La marcha de Bañuelos no es, sin embargo, total. El fundador de la empresa continuará en el accionariado de Astroc, "al menos a corto plazo", según un portavoz de CV Capital, la sociedad patrimonial del empresario saguntino. Bañuelos, con el 31,4%, sigue siendo el primer accionista de la compañía.Un representante de CV Capital ocupará el puesto de Bañuelos en el consejo de Astroc.

El hasta ahora máximo responsable de la inmobiliaria valenciana afirmó ante el consejo de administración, reunido ayer, que éste es el momento adecuado para dejar la presidencia, tras la incorporación de un nuevo consejero delegado, en referencia a Juan Antonio Alcaraz. "Como accionista relevante de Astroc estaré a disposición de la compañía para prestar apoyo total a sus gestores y a la exitosa nueva etapa que ya está iniciada", afirmó Bañuelos.

Era también una referencia tanto a la reciente incorporación de accionistas relevantes -el Grupo Nozar, con un 24,9% y el Grupo Rayet con un 10,1%-, como a los procesos de fusión ya en marcha con las participadas Landscape y Rayet, así como al estudio de "posibles nuevas fusiones, como la de Aisa".

Bañuelos continuará con la actividad de su fundación, "que está completamente separada de la empresa y recibe sus fondos de CV Capital", indicaba la nota de prensa de esta sociedad.

Enrique Bañuelos, de 41 años, que fundó Astroc en el año 1992, era hasta principios de este año el prototipo de un empresario de éxito. En 2006 sacó a Bolsa el 25% de su compañía a un precio de 6,40 euros por acción. Un precio que, ante la sorpresa de no pocos asesores bursátiles, que no veían razones objetivas para ello, no dejó de crecer, hasta alcanzar, a finales de febrero pasado, su valor máximo de 72 euros. A principios de este año el empresario de Sagunto estaba, según la revista Forbes, entre las 95 personas más ricas del mundo.

En esos 14 meses de éxito aparentemente imparable, Astroc incrementó sus activos gestionados en un 598%, de 594 millones de euros a 4.145 millones, gracias a las adquisiciones corporativas realizadas, diversificó su presencia geográfica -que hasta su salida a Bolsa se limitaba casi exclusivamente al ámbito valenciano- e institucionalizó su accionariado.

Pero entonces llegó el batacazo. La cotización de las acciones de Astroc empezó a caer de forma vertiginosa y en el plazo de cuatro días pasó de 72 a 45 euros. De nuevo, como en la vertiginosa subida, ante la sorpresa de los expertos bursátiles, que en esta ocasión tampoco vieron razones objetivas que justificaran tal descalabro. Bañuelos perdió en dos meses unos 3.500 millones de euros, casi dos tercios de su fortuna. El generoso patrocinador del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), el empresario que quería crecer en Brasil y América del Norte, que a tal fin se había establecido en Nueva York, donde se promocionó con una monumental paella callejera para 20.000 personas, había caído en picado.

En su caída, Astroc arrastró a buena parte de las inmobiliarias españolas en una jornada negra para el sector, el pasado 24 de abril. La explicación estaba, por una parte, en la sobrevaloración de la empresa, con un destacado perfil especulativo, dedicada a la gestión de suelo y a su transformación en terreno urbano. Y, por otra, en el hecho de que buena parte de sus beneficios provenían de operaciones de compra y venta entre la propia Astroc y CV Capital.

A la espera de que se concrete la composición futura del accionariado de Astroc, que en este proceso de fusiones y absorciones a varias bandas probablemente perderá hasta el nombre, para pasar a llamarse Landscape, algunos accionistas toman posiciones. El objetivo es ganar peso en la nueva compañía que surgirá del proceso en marcha. "Nozar quiere tener más fortaleza en la nueva Astroc, aunque no superará el límite del 30% que marcará la nueva ley de OPA", dijo una fuente conocedora de la operación.

Para ello, la inmobiliaria de la familia Nozaleda ha incrementado su participación en Landscape y alcanza ya el 25% de la compañía catalana. Nozar está presente también, con un 6%, en el accionariado de Aisa. De este modo, Nozar se convertirá en el principal accionista del nuevo grupo, que tendrá un valor bruto de sus activos (GAV) de casi 5.000 millones de euros.

Otra fuente explicó que el presidente de Aisa, Genís Marfá, tendrá una posición relevante en el accionariado de la nueva empresa, y varios medios especulaban el jueves con que será el presidente de la compañía. "Seguramente este movimiento [la dimisión de Bañuelos] acelerará la operación de fusión, incluso puede dar pie a que entre alguien de Aisa en la dirección de la futura Astroc, pero habrá que esperar a que se concreten los términos de esta operación", añadió.

Enrique Bañuelos.
Enrique Bañuelos.SCIAMMARELLA

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