McLaren sale ilesa
La FIA exculpa a la escudería al no poder demostrar que utilizó datos confidenciales de Ferrari
No hubo sanción para la escudería McLaren Mercedes. La reunión extraordinaria del Consejo Mundial de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) que ayer se llevó a cabo en París concluyó con una sentencia más política que judicial. Los 26 jueces que se habían reunido en la sede de la FIA en la Plaza de la Concordia determinaron que la escudería británica es culpable de tener un dossier técnico confidencial de Ferrari de forma ilícita, por lo que violó el artículo 151c del Código deportivo, pero fueron incapaces de demostrar que la información hubiera sido utilizada en beneficio del equipo. Por tanto, no pudieron sancionar.
Tras más de cinco horas de debate entre todas las partes implicadas, la sentencia aportó poco. Ni explicó los detalles de las discusiones que se llevaron a cabo ni tampoco aclaró qué había contado Mike Coughlan, ex jefe de diseño de McLaren, en la declaración jurada que había realizado en un juzgado de Londres, y que parecía tener las claves de todo el embrollo. La FIA no sancionará a McLaren, pero deja latente una amenaza para el futuro, al afirmar en la misma sentencia que si logra demostrarse que algún elemento de la información confidencial de Ferrari fue utilizada, "el equipo podría ser llamado de nuevo ante el Consejo y recibir una exclusión no sólo para esta temporada sino también para la próxima".
Para el equipo italiano la decisión "legitima la conducta deshonesta y es un serio precedente"
El último apartado de la sentencia aclara que la FIA llamará a declarar a Nigel Stepney, ex empleado de Ferrari, y a Coughlan para que expliquen sus versiones de los hechos y ofrezcan razones para no ver prohibida su presencia "por una larga temporada en el deporte del automovilismo". El Consejo delega su autoridad en este asunto en el departamento jurídico de la FIA.
Stepney y Coughlan son considerados, por el momento, los grandes culpables del caso de espionaje. Y las escuderías McLaren, Ferrari y Honda -que se había reunido con los dos técnicos, que se ofrecieron a trabajar para el equipo- quedan libres de cualquier culpa, lo cual sirve para lavar la cara de la F-1 y para salvaguardar los intereses del Mundial más interesante de los últimos años. Ni McLaren perderá puntos al frente de la clasificación de constructores, ni sus dos pilotos, Fernando Alonso y Lewis Hamilton, que ocupan las dos primeras posiciones de la clasificación, se verán afectados por el escándalo de espionaje. "Es incomprensible que no les sancionen. Esta decisión legitima la conducta deshonesta [de McLaren] y es un serio precedente", lamentó Ferrari en un comunicado.
"El castigo está a la altura del crimen", ironizó Ron Dennis, patrón de McLaren. "No había pruebas suficientes, no podíamos hacer nada más", se disculpó Luigi Macaluso, representante italiano en la reunión. Fernando Alonso, piloto de McLaren, agregó: "Esta decisión es muy importante para todos. Me permite pensar sólo en la segunda parte del campeonato y seguir luchando".
Por el momento, el Consejo Mundial no pudo llegar más lejos. Pero no parece haber agotado sus prerrogativas. Las futuras declaraciones de Coughlan y Stepney podrían aportar más luz al asunto. Ellos fueron los grandes protagonistas. Stepney, molesto con Ferrari porque el equipo le relegó, mandó un informe de 780 páginas a Coughlan en el que se detallaba la construcción, evolución e incluso algunas telemetrías del Ferrari 2007.
Teóricamente, el dossier fue recibido por Coughlan en mayo. Lo evidente es que su esposa, Trudy, lo escaneó en una tienda de Woking. Lo hizo el 11 de junio. El propietario del comercio alertó a Maranello y el asunto estalló. Stepney, que tenía ya una querella pendiente en Milán por haber saboteado los dos bólidos rojos echando polvos blancos en el depósito antes del GP de Mónaco, apareció como el principal sospechoso de espionaje y acabó siendo despedido.
Coughlan afirmó que el estudio le había llegado por correo express. Pero ayer la prensa italiana desvelaba algunos datos de su declaración jurada, según los cuales al menos cuatro miembros de McLaren conocían la existencia del caso de espionaje y le alentaron incluso a profundizar en algunos aspectos. El futuro de McLaren está en sus manos.
LAS CLAVES DE LA SENTENCIA
"El Consejo Mundial de la FIA está convencido
de que McLaren Mercedes tenía informaciones confidenciales de Ferrari y, por tanto, infringió
el artículo 151c del Código deportivo".
No se sanciona a la escudería británica porque no existen "pruebas suficientes" de que se benefició de la información obtenida por Coughlan, ex jefe de diseño.
El Consejo llamará de nuevo a McLaren si en el futuro se demuestra su culpabilidad, en cuyo caso podría ser excluida del Mundial de 2007 y de 2008.
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