Sarkozy ofrece a Gadafi colaboración para desarrollar energía nuclear civil

Cécilia Sarkozy, la esposa del presidente francés, salió el martes de Libia con las cinco enfermeras y el médico búlgaros a bordo de su avión, y 24 horas después su marido desembarcó en Trípoli para recoger los frutos de su exitosa mediación.

El líder libio, Muamar el Gadafi, le recibió en su inmenso complejo presidencial. Se hizo retratar con su huésped francés en un edificio en ruinas desde que fue bombardeado por la aviación de EE UU en 1986.

Los ministros de Exteriores de ambos países, Bernard Kouchner y Abderrahman Chalgham, firmaron ayer mismo un acuerdo marco de cooperación industrial y militar y un memorándum nuclear. Éste prevé la construcción de un reactor para desalinizar el agua de mar.

Tanto en Argelia, que acaba de visitar, como en Libia, Nicolas Sarkozy parece empeñado en obtener garantías sobre el abastecimiento de hidrocarburos y a cambio ofrece ayudarles a disponer de energía nuclear. "Su filosofía es: denme la energía de ahora y yo les daré la del futuro", resume un diplomático.

Sarkozy no hizo, en público, estos razonamientos. Justificó su viaje por la "necesidad de ayudar a Libia a reintegrarse en la comunidad de las naciones", de la que fue excluida tras sus devaneos terroristas.