Acciona y Enel preparan la toma de Endesa y advierten que no aseguran el dividendo
El consejo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) autorizó ayer, por mayoría, la oferta pública de adquisición (OPA) de la eléctrica italiana Enel y el grupo constructor español Acciona sobre la eléctrica Endesa. El folleto de la oferta advierte de que los nuevos propietarios no garantizan el reparto de dividendos previsto por Endesa de 2005 a 2009 (9.900 millones), contiene un mensaje tranquilizador hacia la plantilla y respeta, con reservas, las condiciones impuestas a la operación por la Comisión Nacional de la Energía (CNE). Además, no descarta la entrada de nuevos socios.
El folleto de la OPA recoge que no habrá cambios en política de empleo y que se intentará retener a los directivos
Italianos y españoles adelantan que votarán por el 20% en la junta que se convoque para levantar los blindajes
El consejo de la eléctrica se pronunciará sobre la oferta de compra la próxima semana
Los compradores argumentan que "no es posible evaluar" el impacto sobre el beneficio de la venta de activos a E.ON
Con el sector energético bajo la lupa tras el gran apagón de Barcelona, Enel -participada en un 31,2% por el Estado italiano- y Acciona han recorrido ya la mayor parte del camino que iniciaron en marzo para controlar la mayor eléctrica española.
Con la operación, Enel logra una posición estratégica en el sur de Europa y en Latinoamérica, mientras Acciona diversifica su actividad, se refuerza en el área de energías renovables y aumenta su beneficio un 37% de forma inmediata, hasta los 1.885 millones de euros netos, según cálculos basados en la contabilidad del pasado año y recogidos en el folleto de la oferta.
Si no hay más sorpresas, se acerca el fin del culebrón económico-político en torno a Endesa, que ha sido objeto de tres ofertas de compra -de Gas Natural, de la alemana E.ON y la autorizada ahora- desde septiembre de 2005. Tras la aprobación de la OPA, el consejo de Endesa debe pronunciarse sobre la oferta. Lo hará la próxima semana.
Enel y Acciona controlan, respectivamente, un 24,9% y un 21,03% de Endesa. Ambos grupos han condicionado la OPA a lograr más del 50% del capital de Endesa y a eliminar las limitaciones de voto (del 10% al margen de la participación real) de los estatutos. Como poseen juntos más del 46% del capital de Endesa, basta con que logren un 3,99% adicional en la OPA para alcanzar su objetivo. La segunda condición precisará de la convocatoria, probablemente en septiembre, de una junta general extraordinaria que apruebe la modificación de estatutos.
De cara a esa junta, Enel y Acciona advierten de que aplicarán "de forma individualizada" las limitaciones de voto en vigor en Endesa. Es decir, votarán por el 10% del capital cada uno, con lo que sumarán un 20%. Para levantar los blindajes debe votar a favor más del 50% del capital.
Los accionistas de Endesa dispondrán ahora de dos meses, hasta finales de septiembre, para decidir si venden sus títulos al precio que ofrecen los compradores, 40,16 euros por acción, lo que supone valorar el 100% de la compañía en 42.519 millones de euros.
Un elemento que puede influir en su decisión es la política de dividendos que seguirán los nuevos propietarios. Según recoge el folleto aprobado por la CNMV, Enel y Acciona "no pueden asegurar que Endesa sea capaz de distribuir la misma cantidad de dividendos prevista en el Plan de Negocio actualmente vigente". La razón que esgrimen es que tras el contrato firmado con la alemana E.ON el 2 de abril "no es posible evaluar" el impacto de las desinversiones previstas sobre los beneficios de la eléctrica. El compromiso a tres bandas de Enel, Acciona y E.ON -tras el fracaso de la OPA del grupo alemán- prevé la venta al grupo alemán de los activos de Endesa en Italia, Francia, Turquía y Polonia, tres centrales en España y la filial de Enel, Viesgo. En total, un 23,8% de la capacidad de generación de Endesa que hace imposible, según los compradores, mantener el compromiso de Endesa de repartir entre 2005 y 2009 un total de 9.900 millones de euros en dividendos. Desde 2005 hasta la fecha, detalla el folleto, la compañía que preside Manuel Pizarro ha repartido 4.277 millones de euros en dividendos.
El folleto de la OPA de Enel y Endesa recoge los compromisos suscritos por ambas compañías en la pasada primavera para controlar Endesa (contrato a 10 años; 25% de las acciones para Acciona y 75% para Enel; presidencia de Endesa para Acciona y consejero delegado para Enel; traspaso de loa activos de renovables de Endesa a Acciona Energía...) y asume las condiciones impuestas por la CNE a la operación el 4 de julio. No obstante, Enel y Acciona advierten de que no descartan recurrir la resolución de la Comisión Nacional de la Energía ante el Ministerio de Industria.
La CNE autorizó en julio la compra de Endesa pero con una docena de condiciones, entre las que figuraban mantener la sede en España, respetar las inversiones previstas y constituir una unidad diferenciada para los activos nucleares. Aunque la decisión de recurrir no está tomada, según figura en el folleto, "pueden existir" razones jurídicas que justificarían la posible presentación del recurso". Pese a mantener esa bala en recámara, el folleto de la oferta recoge claramente que "Endesa tendrá plena responsabilidad operativa en el cumplimiento de su plan de negocio y mantendrá su marca, su domicilio social y su centro efectivo de dirección y decisión en España".
La afirmación es tan clara como las previsiones que ambas empresas realizan en cuestión de empleo. Ni Enel ni Acciona quieren polémicas en este terreno. Por ello, el documento aprobado ayer por la CNMV señala que "en lo relativo a personal [...] los oferentes no tienen previstos cambios significativos respecto de las políticas seguidas por Endesa". En suma, los empleados de Endesa no tienen nada que temer. Y menos los directivos. Para ese grupo, los futuros nuevos propietarios reservan frases con sabor a dulce. "Se reconoce como un elemento importante para la adecuada gestión de Endesa el mantenimiento sustancial de su equipo directivo" y "muy importante", se afirma "la retención de directivos clave tras la adquisición, así como su motivación". En esa consideración de "directivos clave" de la empresa no entrarían ni el actual presidente, Pizarro, ni el consejero delegado, Rafael Miranda.
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