Alborch pide que se soterre un tramo de metro en Valencia
El grupo socialista en el Ayuntamiento de Valencia ha presentado una moción a la comisión de Urbanismo para que se solicite al Consell la redacción de un proyecto de soterramiento de la línea 1 de metro, a su paso por el barrio de Sant Isidre, hasta aproximarse a la estación de València Sud, con la inclusión de un aparcamiento subterráneo robotizado de al menos 1.000 plazas con acceso directo desde la V-30 y conexión a la nueva estación soterrada. Este tramo del metro es el único urbano que queda en superficie tras los planes de la Consejería de Infraestructuras y del Ayuntamiento de enterrar las vías en Benimàmet.
La portavoz socialista, Carmen Alborch, acompañada por el concejal Vicente González Móstoles, entre otros, inició ayer una campaña explicativa de su propuesta a los vecinos del barrio. Un plan que permitirá también crear un parque de 76.000 metros cuadrados. El proyecto aprobado por Infraestructuras y el Ayuntamiento, gobernado por el PP, sólo prevé remodelar la estación de Sant Isidre y construir un aparcamiento en superficie que resta espacio al parque. Las vías, además, seguirán aislando a los vecinos del resto del casco urbano y su acceso al parque sólo será posible por una pasarela.
El plan socialista propone el soterramiento de las vías del metro hasta su cruce con la V-30, que saldría en superficie en las proximidades de la estación de València-Sud, donde se encuentran las cocheras y talleres de los trenes. Estas obras permitirían la construcción de un aparcamiento subterráneo disuasorio con capacidad para casi 1.000 vehículos para que "muchas personas puedan dejar el coche y acceder al centro de la ciudad con un buen transporte público, que además tiene que ser seguro", afirmó Alborch. El grupo socialista propone también que esta nueva estación sea "un centro de intercomunicación" entre los distintos transportes conectando la ciudad por medio del tren de cercanías, el taxi y el autobús.
Beneficio ambiental
En este sentido, González Móstoles explicó que dentro de las propuestas de "urbanismo reflexivo" del grupo socialista, este proyecto "evitará que los coches entren dentro de la ciudad", lo cual generaría "un beneficio ambiental muy positivo". Alborch pidió una estación "moderna" y que ofrezca "mayor calidad de vida" a los vecinos. "Queremos que sea un barrio de primera para una ciudad de primera, porque tenemos que sentirnos orgullosos y tener calidad de vida en todas las partes de la ciudad para que no existan dualidades o desequilibrios que pueden existir entre una parte y otra", añadió la portavoz.
El concejal de Circulación y Transporte, Alfonso Novo, defendió de nuevo el plan acordado con la Generalitat, que ya ha sido explicado a los vecinos y que dotará al barrio de un nuevo espacio verde, un aparcamiento disuasorio y nuevos accesos.
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