_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Defender el Compromís

La situación parece, cuando menos, curiosa: aquellos que hace unos meses se presentaban como principales defensores del pacto electoral entre Esquerra Unida y el Bloc, ahora parecen estar haciendo todo lo que pueden para dinamitarlo. Y aquellos a los que nos acusaban de no querer el pacto, somos actualmente los que estamos defendiendo el Compromís pel País Valencià. Por eso es de agradecer un artículo como el de Carles Arnal publicado en EL PAÍS de 21 de julio, que da algunas claves para entender lo que pasa.

Y lo que ocurre es que se está hablando de 2 pactos diferentes. La mayoría de EUPV proponíamos un pacto de todos los colores de la izquierda frente al bipartidismo de la derecha y el centro, con un programa claro de izquierdas y vinculado a los movimientos sociales. Por eso priorizamos una Convención Programática junto a la movilización social frente a las políticas antisociales y depredadoras del PP, y a partir de ello propusimos un pacto entre EUPV, el Bloc, ERPV, Els Verds del País Valencià, Esquerra Ecologista y otras fuerzas (como Izquierda Republicana) que se quisieron sumar. Carles Arnal y sus amigos dentro de EUPV querían un pacto que excluyese a la mayoría de EUPV, como él ahora declara francamente. Naturalmente, este pacto no alcanzaría a todos los colores de la izquierda, sino que se orientaría a la creación de una fuerza política de carácter "econacionalista" restrictivo, y excluiría al resto. Quizá por eso se entorpecieron las negociaciones por el pacto previas a la Asamblea de EUPV, a la espera de que esta pudiese desplazar a la actual mayoría.

Naturalmente, el resultado de la Asamblea de EUPV hizo inviable ese pacto excluyente, y finalmente se llegó al Compromís pel País Valencià entre todas las fuerzas de izquierdas que quisieron participar. Hay que recordar que la proporción 6-3-1 entre EUPV, el Bloc y otros era la que defendía el Bloc para las candidaturas autonómicas, y esta misma proporción se trasladó también a la Comisión Política del Compromís. Hay que recordar también que se llegó al pacto del Compromís casi inmediatamente después de que la Asamblea de EUPV eligiese su actual dirección, lo cual es una muestra clara de su predisposición al mismo, con el carácter amplio señalado. Hay que recordar asimismo que la campaña electoral autonómica en la circunscripción de Valencia descansó principalmente sobre el trabajo de los miembros de EUPV, en tanto que el Bloc prefería centrarse en la campaña municipal (donde hay que recordar que el pacto dependía de los colectivos locales, tanto de EUPV como del Bloc y otras fuerzas, y no de su dirección en el País Valenciano; y que en la ciudad de Valencia el Bloc y Carles Arnal apoyaban al PSOE). Estos son los hechos, por encima de las tergiversaciones de Carles Arnal, que explica que los principales defensores del Compromís desde su constitución somos los mismos que lo defendemos ahora.

Ya sabemos que Carles Arnal quería otro pacto, protagonizado por una minoría de EUPV y por su grupo minoritario dentro de Els Verds. Pero lo que no es de recibo es firmar el pacto del Compromís y después querer justificar, por su desazón, la deslealtad al mismo. Y querer justificar además la deslealtad desde Esquerra i País, que lejos de estar marginada ha ocupado en las candidaturas y en los órganos de EUPV la parte proporcional que le corresponde por su apoyo interno. Eso es apología de la deshonestidad, frente a la regeneración democrática y la ética en la vida política que propugna el Compromís pel País Valencià que hemos defendido y seguimos defendiendo. Por eso hay que hacer una llamada a toda la gente honesta de las organizaciones que lo componen, y a los colectivos sociales que lo apoyaron, para defender el Compromís. Con su ruptura perderíamos todos, pero principalmente aquellos que por su deshonestidad política se habrían descalificado para siempre.

Rafael Pla López es secretario de Formación y Debate del PCPV

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_