De tortugas y medusas

En las últimas semanas se ha extendido la idea de que las "plagas" de medusas están directamente relacionadas con la disminución del número de tortugas marinas que se alimentan de ellas. Con relación a esta idea, y a los proyectos de introducción de tortugas marinas que se están proponiendo, los firmantes de esta carta, todos con una larga trayectoria de trabajo con tortugas marinas, queremos realizar las siguientes observaciones.

Las tortugas de costumbres oceánicas incluyen en su dieta una fracción significativa de algunas especies de medusas. Sin embargo, no existe información científica que demuestre que las tortugas sean capaces de controlar las poblaciones de medusas. Consideramos una grave irresponsabilidad el hecho de introducir poblaciones de tortugas marinas, ajenas al Mediterráneo, con fines que no tienen ningún fundamento ni base científica. Estas iniciativas son un intento de tratar un desequilibrio con otro desequilibrio. No podemos utilizar la naturaleza como un campo de juego donde cada uno actúe según las reglas que en un momento dado le convengan.

Se está destinando un importante esfuerzo científico y económico, en su mayoría proveniente de fondos públicos, para conservar a las especies amenazadas. Este esfuerzo está coordinado a través de organismos internacionales y de los foros científicos especializados. Científicos, gestores y periodistas hemos de evitar desinformar a la sociedad. Es necesario aprovechar el conocimiento científico para avanzar en la protección y la gestión del medio marino. Las invasiones de medusas son otro síntoma de los cambios que están sufriendo los ecosistemas marinos ante la agresión continuada por parte de nuestra sociedad y de nuestra forma de vida. La solución no pasa por introducir nuevas tortugas en nuestro mar. Quizá deberíamos buscar alternativas a la sobrepesca, a la captura accidental de estos animales en la actividad pesquera, a la contaminación de las aguas, a la gestión actual de las cuencas hidrológicas o la continuada alteración artificial del perfil de la costa.

En resumen, la solución a la escasez de tortugas y a las invasiones de medusas debe buscarse en la adecuada gestión de nuestros mares y nuestra costa.