El PP propone fijar por ley un máximo para los sueldos de alcaldes y concejales

El presidente del Partido Popular en Galicia, Alberto Núñez Feijóo, anunció ayer que propondrá a los demás grupos políticos una reforma de la legislación local para fijar un tope máximo en las retribuciones de alcaldes y concejales. Feijóo cifró entre un 25% y un 60% el incremento de los costes salariales de los políticos locales tras las elecciones de mayo y atribuyó este repunte, "a todas luces desproporcionado", a la formación de gobiernos de coalición integrados por varios partidos. El PP está convencido de que la medida se puede tomar sin invadir la autonomía local.

Feijóo explicó que el incremento salarial de los dirigentes políticos locales es un asunto que debe hacer reflexionar a la clase política gallega. Según los datos de un análisis realizado por el PP todavía sin concluir, la subida es el resultado no sólo del aumento de sueldo aprobado por las corporaciones locales para sus alcaldes, tenientes de alcalde y concejales, sino de la multiplicación de las asignaciones por dedicación exclusiva.

A modo de ejemplo, el líder del PP citó el caso de Cuntis, donde los partidos que cogobiernan la localidad han autorizado costes retributivos un 56% por encima de Pontecaldelas, donde gobierna un solo partido. O el de Moaña, cuya cifra supera un 61% la de Cambados. Feijóo ilustró la situación señalando otros muchos casos, como los de Abegondo (cuyas dedicaciones exclusivas han aumentado un 288%), Cee, Carballo, Culleredo o Noia.

El PP considera "a todas luces desproporcionado" este incremento, que relaciona directamente con la formación de gobiernos de coalición integrados por el PSdeG y el BNG. Prueba de ello, señaló, es la paridad salarial establecida en muchos ayuntamientos entre el alcalde y el teniente de alcalde, como ocurre en el caso de Burela, donde cobran 45.000 y 42.000 euros anuales respectivamente. "Para que quede claro que hay dos referentes políticos", ironizó Feijóo en alusión a la principal demanda del BNG durante la negociación del acuerdo de gobierno local con los socialistas.

El líder de la oposición recordó que los sueldos de los alcaldes y concejales son los únicos que no se someten a ningún criterio general. Y aunque valoró la iniciativa de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) de establecer una norma mediante el acuerdo entre partidos, defendió la necesidad de aprobar una reforma "con fuerza legal" que establezca "una horquilla" retributiva con máximos y mínimos en función de los presupuestos municipales y el censo de habitantes de cada ayuntamiento.

Para conseguirlo, el PP propone dos posibles soluciones. La primera, que el Parlamento de Galicia se dirija al Gobierno de España instando una reforma de la regulación básica en materia de régimen local. La segunda, que el Parlamento de Galicia modifique la legislación gallega sobre administración local.

Feijóo confía en que esta propuesta sirva para abrir un debate que dé pie a un consenso entre todos los partidos. En opinión del PP, la fijación de horquillas retributivas no violentaría la autonomía del poder local e impediría, al mismo tiempo, la aprobación de incrementos salariales desproporcionados.

Monólogo ferroviario

En la misma rueda de prensa, el presidente del PP insistió en desacreditar la promesa del presidente de la Xunta de que el AVE llegará a Galicia en 2012, "por mucho que siga con su monólogo" sobre el ferrocarril de alta velocidad.

Núñez Feijóo reiteró la tesis de su partido de que el tren se demorará hasta la segunda mitad de la próxima década porque de momento "no se ha hecho ni una sola obra" de las previstas y en cuatro años es imposible construir 400 kilómetros de vía. Llevamos dos años hablando del 8% de las inversiones del Estado en Galicia, pero lo cierto, aseguró, es que no ha servido para avanzar en materia de infraestructuras.

El ferrocarril entre Vigo y Ourense, por ejemplo, tardará en construirse entre "cinco y seis años" desde que comiencen las obras. "Y a eso hay que añadir la electrificación y la seguridad" antes de que el primer tren de alta velocidad pueda recorrer la línea, subrayó Feijóo. Para colmo, concluyó, si en el Presupuesto de 2008 no hay 2.500 millones, "estaremos en el siguiente escenario", que va más allá del año 2020.