Trío de ases
El deporte español consiguió ayer tres triunfos señalados y pudo conseguir un cuarto si Sergio García hubiese hecho valer la ventaja con que inició la jornada en el open británico de golf en Carnoustie. Pero al final ganó el irlandés Harrington en un tenso desempate librado en cuatro hoyos. García tendrá que superar la decepción y esperar otra oportunidad para ganar su primer gran torneo.
A primera hora de la tarde, meridiano de Greenwich, Fernando Alonso, un joven asturiano, con descaro ejemplar adelantaba al brasileño Felipe Massa, a sólo unas vueltas de la conclusión del gran premio de F-1 en Nurburgring, Alemania. Su victoria número 18 le ponía a un soplido en la nuca del líder del Mundial, su coequipier británico y rival. A primera hora de la tarde -meridiano de la siesta española-, Alberto Contador, a sus 24 años el bebé del Tour, ganaba una etapa si no reina por lo menos dama de honor de la ronda francesa. En Plateau de Beille se ponía segundo, cada vez más cerca de un danés, obstinado en cerrarle el paso.
Y a media tarde-tarde, cuando los alemanes empiezan ya a pensar qué hay de cena, otro pos-adolescente, el manacorí Rafael Nadal, se apuntaba el torneo de Stuttgart ante un polaco que durante un rato creyó que iba a ganarse cuando menos un set. Error, y con los puntos de su victoria Nadal se consolida como el único segundo posible en el planeta del tenis, detrás de la perfección impávida y helvética de Roger Federer.
Los tres deportes, fórmula 1, ciclismo y tenis, son especialidades profesionales con fuertes sumas en juego. ¿Acaso será el deporte la forma preferida para ganarse la vida de los españoles?
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