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Anesvad renueva su dirección con la próxima salida de familiares de Gamarra

El escándalo tras el encarcelameinto del ex presidente le ha supuesto perder 18.000 socios

Anesvad, cuyo presidente durante 40 años lleva más de cuatro meses en prisión por presunta apropiación de fondos, ha iniciado una renovación profunda organizativa. Para finales de año espera cambiar a los seis miembros del Patronato -ahora todos familiares y amigos del ya ex presidente José Luis Gamarra- y renuncia a tener un presidente ejecutivo, cuyas funciones serán asumidas por una dirección colegiada. Anesvad, que ha perdido 18.000 de sus 150.000 socios por el escándalo de Gamarra, también ha liquidado los fondos de inversión que tenía.

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El ex presidente se niega a colaborar con los nuevos gestores

Mañana lunes Anesvad presentará ante notario los nuevos estatutos de la ONG, según ha asegurado el propio José Luis Gamarra desde la cárcel, en donde insiste en su inocencia. La entidad, fundada en 1968 por el ex presidente encarcelado en Basauri desde el 11 de marzo pasado por una presunta apropiación de tres millones de euros, es la undécima en España por fondos gestionados y cuyo presupuesto en 2005 alcanzó 35 millones de euros. Ahora, Anesvad ha introducido cambios significativos en su organización interna. Así, la figura del presidente ejecutivo desaparece y sólo se mantiene este cargo en el Patronato, el órgano decisorio en las fundaciones. Además, la dirección de la entidad y el trabajo diario será colegiado, a cargo de los cinco directores de los departamentos de la ONG.

Dos de los directores -Leire Atxa, responsable del Proyectos, el área principal de Anesvad, e Izaskun Alonso, jefa de Comunicación y Marketing- inciden en que la renovación ha sido el objetivo desde que se destapó el escándalo. "Un cambio radical no ha sido posible porque no funcionaría bien. Queremos tener gente en el Patronato con prestigio y que esté comprometida con Anesvad", afirman.

En estos cuatro meses, la entidad ha mantenido un mutismo casi total, sólo roto por una comparecencia de prensa sin preguntas de una veintena de trabajadores, una semana después del encarcelamiento de Gamarra que además fue duramente censurada por el actual presidente del Patronato, Francisco Javier Ibarra, y un comunicado en mayo en el que anunciaba cambios y el nombramiento de Ibarra tras la renuncia del ex presidente. En el Patronato se han mantenido cinco familiares -entre sobrinos y cuñados- y una amiga íntima del encarcelado.

Las dos directoras aseguran que todo esto se ha debido "a la difícil situación" en que ha quedado la ONG, pero recalcan que los actuales miembros del Patronato son "quienes consideran que tiene que haber un cambio". Admiten que un órgano de este tipo conformado por familiares y amigos suele ser una práctica normal en las fundaciones que empiezan a andar pero "no es habitual que persista tanto tiempo".

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Liquidación de fondos

La intención, según afirman, es cambiar totalmente el funcionamiento del que fue presidente durante 40 años, a quien los directores de cada departamento tenían que rendir cuentas. La última palabra siempre la tenía Gamarra, cuya gestión personalista fue criticada por algunos empleados. "Anesvad es una dictadura y se hace lo que yo quiero", llegó a afirmar en una ocasión el ex presidente cuando se le cuestionaron sus decisiones. Leire Atxa e Izaskun Alonso calculan que este escándalo ha supuesto la pérdida del 12% de sus 150.000 socios, aunque afirman "que algunos han vuelto a darse de alta tras explicarles que la investigación no afecta a la organización". Las bajas se han extendido a la plantilla -once, algunas voluntarias y otros despedidos- con críticas a la gestión realizada durante esta crisis.

Los actuales responsables afirman, además, haber liquidado "prácticamente" los fondos de inversión que existian -entre ellos uno de cooperación internacional de 13,4 millones- y operado su traslado a las inversiones en los proyectos y fondos éticos. En su memoria de 2006, se señalaba que sólo dedicaba a proyectos el 35,7% del presupuesto cuando la Ley de Fundaciones fija un mínimo del 80%. "Ahora ya cumplimos lo que establece [dicha ley]". Sobre el control de su actividad, los nuevos gestores han tenido contactos con la Fundación Lealtad -de la que fue expulsada Anesvad por su falta de transparencia- para volver a integrarse y se han reunido con la coordinadora de ONGs de Euskadi, en la que esperan entrar de nuevo "más que por imagen porque significa trabajar en una red".

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