El TSJ rechaza la autorización del Consell para talar árboles en La Vallesa

El Tribunal Superior de Justicia ha confirmado la paralización de la tala de árboles en La Vallesa, el bosque que sustentó la declaración del Parque Natural del Turia. El auto conocido ayer ratificó la medida "cautelar y provisionalísima" adoptada previamente por el TSJ a raíz de la tala de cientos de árboles que Iberdrola y Red Eléctrica de España realizaron entre mayo y junio, para prevenir incendios bajo sus líneas de alta tensión, con autorización de la Generalitat. La decisión no entraba en el fondo del asunto, que será examinado en el proceso que instruye el mismo tribunal. El Consell anunció que recurrirá.

La sala de lo Contencioso-administrativo, sin embargo, examinaba en tono de reprimenda el permiso otorgado por el Consell, que parecía incumplir las normas decretadas por él mismo. "No hay constancia", se lee en el auto, de que se hayan realizado "las actuaciones y estudios adecuados y requeribles previos a la autorización de los trabajos". La Coordinadora de los Bosques del Turia, la parte demandante, celebró la noticia.

Brecha de 15 kilómetros

La legislación de montes no sólo permite sino que obliga a las propietarias de línea de alta tensión a "mantener limpias de vegetación las zonas" por las que corre el cableado. Las dos compañías expusieron ante el tribunal que han venido realizando por ello "podas de árboles periódicas y selectivas", según consta en el auto. "Recientemente, sin embargo, las podas habituales se han sustituido por talas de árboles en un corredor de unos 15 kilómetros de largo y 25 metros de ancho", señala el tribunal, sin que conste que la Generalitat haya tenido en cuenta para autorizarlas la declaración de parque natural.

Tanto las características generales de ese tipo de espacios como los decretos con los que el Consell reguló el Plan de Ordenación de Recursos Naturales del parque del Turia, sigue el auto, "imponen" la necesidad de conjugar la prevención de incendios con la "máxima integración en el paisaje" y el "mínimo impacto ambiental".

Las normas del parque no admiten "la reducción de las masas forestales" y prevé que las intervenciones imprescindibles se efectúen entre febrero y agosto "para evitar la incidencia en la fauna", recuerda el TSJ.