"No hacen falta más hoteles"

Ernesto Marín (PP) está de estreno. Este empresario chiclanero de 53 años ha arrancado su carrera política como alcalde de su ciudad, Chiclana (72.364 habitantes). Lo ha conseguido gracias a un pacto cuatripartito con IU, PA y PSA.

Pregunta. Ha llegado usted al cargo justo comenzando la temporada turística en un municipio cuya economía gira mucho en torno a esta industria. ¿Cuál es su apuesta?

Respuesta. Es una aventura apasionante. Una vez hecho uso del sol y de la playa que Dios nos ha dado, hay que apostar por otros usos para que la temporada no se circunscriba sólo al verano. Queremos apostar por un turismo de ocio. Aunque tenemos que discutirlo con nuestros socios de gobierno, porque en el PP teníamos un plan muy ambicioso que incluía una ciudad en miniatura, la ciudad de las flores... Es algo que tenemos que discutir para ver las posibilidades que podemos llevar adelante. Queremos ponerla en valor como zona de ocio y de cultura.

P. ¿Eso supondrá la revalorización del casco urbano?

R. Evidentemente. Algo que salga muy especial y que merezca la pena venir a Chiclana para otras cosas. Por ejemplo, el turismo gastronómico que se mueve mucho los fines de semana. Casi siempre que hablamos de turismo visualizamos al señor alemán con las chanclas y los calcetines. Pero también hay un turismo nacional, andaluz, provincial y de la bahía, que debemos atraer a Chiclana. Queremos reunirnos con los hosteleros para convertir Chiclana en destino gastronómico como hoy lo es Sanlúcar.

P. ¿Qué gran proyecto puede albergar Chiclana?

R. Apostaremos por ser un destino gastronómico. También cultural y de ocio. Por las tres vías hay que luchar.

P. Las cifras de ocupación hotelera rondan el 100%. ¿Hacen falta más hoteles para cubrir la demanda existente?

R. De momento, no. Lo importante no es llegar sino mantener. Ahora es el momento de consolidar la zona porque, aunque parezca que es un destino consolidado, yo no me lo creo. Soy más ambicioso. Me gusta ser autocrítico. Todavía necesitamos consolidar más y, a partir de una base sólida, podemos tener un turismo durante mucho más tiempo.

P. El Ayuntamiento ha creado un área para atender las necesidades de los ciudadanos extranjeros. ¿Con qué objetivos?

R. Esta área se ha creado porque hay más de 3.000 extranjeros viviendo en Chiclana. No es una delegación para gente sin papeles ni para turistas, sino para extranjeros que viven en Chiclana y que tienen unas necesidades que no están cubiertas. Es lo mismo que tú vas a vivir a Inglaterra y, a lo mejor, necesitas un abogado que te ayude a comprarte una casa. Queremos brindar la oportunidad de que ese ciudadano conozca la ciudad y los servicios que le podemos prestar.

P. El verano pasado Chiclana sufrió numerosos incendios. ¿Se ha preparado mejor este año para los fuegos?

R. Estamos preparados en el mismo nivel que el año pasado. Hay un servicio contraincendios provincial, hay dotación de la Guardia Civil, la Policía Local y Protección Civil.

P. Chiclana ha acaparado muchas noticias sobre la construcción de viviendas irregulares. ¿Perjudica este problema a la imagen turística del municipio?

R. En cierto modo, no se puede negar que todo aquello que suena mal pues mancha. Eso de que hablen de mí, aunque sea mal, no vale. Que hablen bien. Quiero quitar esa imagen de Chiclana porque esa imagen es sólo una parte. Los anteriores equipos de gobierno lo han consentido, han mirado hacia otro lado y ahora nos enfrentamos al problema de tener que legalizar miles de viviendas, que están entre 15.000 y 40.000. No sabemos cuántas son. Nos da igual. Lo vamos a solucionar y no tiene por qué manchar la imagen turística de Chiclana. El turismo que viene aquí no tiene por qué saber de ese tema. La gente viene aquí a disfrutar de esta bendita tierra.

P. Para potenciar esa imagen y evitar que quede afectada por este problema de viviendas ilegales, ¿qué se va a hacer?

R. Vamos a aumentar la labor inspectora de Urbanismo para que podamos parar esta lacra. No vamos a mirar a otro lado, aunque nos cueste los votos o impopularidad. Pero gobernar es gobernar. No nos importa perder votos. Una de nuestras misiones es que todo sea lo más legal posible. Hay que ultimar los medios materiales y jurídicos que todavía no se han utilizado para acabar con esta herencia que es realmente pasmosa. Han hecho un daño terrible a la ciudad desde el punto de vista urbanístico y medioambiental.