La crisis del grupo de Compromís deja a Esquerra Unida al borde de la escisión
Los sectores enfrentados se mantienen inamovibles en sus posiciones
La crisis del grupo de Compromís pel País Valencià en las Cortes Valencianas ha dejado a Esquerra Unida al borde de la escisión. La formación que lidera Glòria Marcos está materialmente dividida en dos y los sectores enfrentados no dan señales que permitan vislumbrar una solución, antes al contrario. Los críticos insisten en el relevo de Marcos, mientras que la mayoría que sustenta a la coordinadora exige a aquellos la retirada del escrito que pide su sustitución como portavoz del grupo parlamentario. La maniobra fue frenada el martes por la Mesa de la Cámara, gracias a un informe del letrado. Los cuatro diputados críticos que lo firmaron pidieron ayer que la Mesa les notifique su decisión razonada.
La cuestión financiera, por el control de la subvención de las Cortes, puede convertirse en un elemento clave en una posible negociación
Las partes enfrentadas en el conflicto de Compromís pel País Valencià se concedieron ayer una tregua, al menos tácita, en la crisis desatada en el seno del grupo parlamentario. En el caso de Glòria Marcos, por prescripción médica, tras sufrir un desvanecimiento en el pleno del martes. Unos y otros hacían votos por "reconducir" la situación, aunque todos mantenían sus posiciones, de manera que se antoja difícil una solución que no sea traumática. Tiempo hay, hasta el lunes, en que está convocada una reunión del grupo parlamentario, para buscarla. Pero no parece que se den las condiciones para una salida que pueda ser satisfactoria para todos.
En esa reunión está previsto que los dos diputados del Bloc Nacionalista Valencià, Enric Morera y Josep Maria Pañella, junto a las parlamentarias Mónica Oltra y Mireia Mollà, encuadradas en Esquerra i País (EiP), la corriente nacionalista de EU, vuelvan a plantear el relevo de Glòria Marcos como portavoz. El partido ha abierto expediente a las dos diputadas con el objetivo de expulsarlas. La mayoría de EU que sustenta a Glòria Marcos como coordinadora, con el Partit Comunista del País Valencià a la cabeza, insiste en la retirada del escrito que pide el relevo de la actual portavoz del grupo parlamentario. Fuentes de este sector afirmaron que Izquierda Unida federal apoya a Marcos y ha pedido a Pasqual Mollà, líder de EiP, que rectifique.
Mientras, el sector crítico considera que, a estas alturas, la única solución pasa por la coordinadora. "Glòria Marcos es el problema, y podría ser la solución, si dimitiera", explicó un portavoz de este sector, donde se insiste en que todo lo sucedido es consecuencia del "comportamiento" de la coordinadora, que, aseguran, "se ha demostrado incapaz de mantener unas mínimas líneas de diálogo".
En medio de todo ello se sitúa la cuestión financiera. Si la crisis desemboca finalmente en una decisión de los cuatro diputados que tienen la mayoría del grupo de expulsar a los otros tres parlamentarios, EU se quedaría sin su principal fuente de ingresos. Porque el nuevo Reglamento de las Cortes establece que los parlamentarios que sean expulsados pasarán a ser diputados no adscritos. Estos, según el texto, gozan "únicamente de los derechos reconocidos reglamentariamente a los diputados individualmente considerados". Esto es, sólo disponen de su sueldo y no tienen derecho a los fondos que la Cámara concede a los grupos parlamentarios para su funcionamiento y la contratación de personal auxiliar. EU atraviesa ya una difícil situación financiera, debido al fracaso en las recientes elecciones municipales y los fondos que llegan desde las Cortes representan casi el 70% de sus ingresos actuales.
Por otra parte, los cuatro diputados críticos remitieron ayer un escrito a la Mesa de la Cámara en el que pedían que les notifique de forma razonada su decisión de no tramitar el escrito que presentaron el lunes en el que comunicaban su decisión de relevar a Marcos como portavoz. La Mesa acordó el martes, basándose en un informe jurídico elaborado por el letrado mayor a petición de la presidenta, Milagrosa Martínez, no tramitar el escrito por considerar que no cumplía "los mínimos jurídicos exigidos" y que tenía "profundos vicios" que "podían perjudicar los derechos de Glòria Marcos como diputada", según explicó aquella.
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