La fiscal jefe ordena que se informe a la Generalitat en cuanto se conozca un caso de maltrato a menores

Rapidez y eficacia. Eso es lo que pretende la instrucción dictada por la fiscal jefe de Cataluña, Teresa Compte, a sus subordinados para que en cuanto conozcan la existencia de un caso de maltrato grave a un menor en un proceso penal lo comuniquen a la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) de la Generalitat.

Se pretende así evitar la repetición de casos como los de las niñas Alba y Claudia, en los que la descoordinación entre jueces, policía y Administración impidió una respuesta rápida y se dejó a las menores en situación de desamparo. La instrucción dada por Compte explica que, además de poner los hechos en conocimiento de la Generalitat para que vele por el menor, la fiscalía solicitará todas las medidas protectoras que considere oportunas, siguiendo un modelo orientativo que se adjunta en la instrucción. El fiscal de turno también deberá remitir copia de todas las diligencias al fiscal especial de menores que acaba de nombrar Compte y telefoneará al fiscal coordinador de menores para explicarle el caso.

Sentido amplio

La fiscal jefe explica que el maltrato a los menores ha de entenderse en un sentido amplio y que incluye el aspecto físico, psíquico y sexual. También comprende los casos de negligencia, abandono o bebés que no están protegidos por quienes les toca cumplir esta función.

Compte también recuerda a los fiscales que deberán estar presentes en todas las declaraciones que se realizan en el juzgado cuando se trate de casos de maltrato a menores. Se trata de una obligación que marca la ley, pero que no siempre se cumple por la falta de personal de la fiscalía. En esas declaraciones, la fiscal jefe recuerda a sus fiscales que pregunten también por el centro escolar al que asiste el menor, si los servicios sociales conocen el caso o si existen otras denuncias que afecten al menor.

Si se trata de maltratos ocurridos en familias de padres separados, Compte pide que se averigüe qué juzgado dictó la sentencia o las medidas provisionales para poder actuar después. El objetivo es que la fiscalía tenga la máximo información, explica la fiscal jefe, para que cada proceso judicial no sea, como hasta ahora, un compartimento estanco, aunque el afectado pueda ser el mismo.

Compte reconoce que es complejo entrar a conocer la evolución de una dinámica familiar en casos de malos tratos, porque en muchas ocasiones no existen antecedentes o datos que permitan ayudar a saber si estamos o no ante un caso así. "Todas las cautelas y atención que se presten serán pocas", dice la fiscal jefe. Por eso, añade, es importante recopilar cuantos más datos mejor para poder acabar con las sospechas, hipótesis, valoraciones y acusaciones mutuas que a menudo se dan estos casos.