Rajoy inicia con un hombre de Rato la recuperación de antiguas figuras del PP

Mariano Rajoy se juega su carrera política en las elecciones generales, y por eso ha comenzado ya a poner toda la carne en el asador. Con la designación del ex ministro de Ciencia Juan Costa, hombre de la máxima confianza de Rodrigo Rato, como coordinador del programa electoral, inicia la recuperación de figuras del PP para las generales. Tras la derrota electoral, Costa se marchó, como otros afines a Rato, a la empresa privada, en su caso a Ernst&Young. Lo que aún no ha logrado incorporar Rajoy son figuras independientes.

Costa, de 42 años, había dejado su escaño primero para incorporarse al FMI, donde le llamó su amigo Rato, y luego a la firma de abogados Ernest&Young, que presidía hasta ayer, cuando volvió a la política. El ex ministro de Ciencia y Tecnología declaró en febrero como testigo en el caso Fabra.

Rajoy reivindicó la semana pasada en público a quienes, en vez de irse a la empresa privada, se quedaron, por mucho menos dinero, al frente del equipo de Génova [la sede del PP] para pasar la dura travesía del desierto de la oposición. El líder del PP apostó por la joven Soraya Sáenz de Santamaría, secretaria ejecutiva de política autonómica, para coordinar el programa de las elecciones municipales. Sin embargo, ahora ha optado por dejar en manos de uno de esos que no se quedaron en Génova el peso de un programa que, según dijo, "romperá moldes".

El político castellonense, conocido sobre todo como el máximo exponente del grupo de los ratistas, sonó ya en el último congreso del PP, en octubre de 2004, como secretario ejecutivo del área económica, cargo que finalmente recayó en Miguel Arias Cañete. Rajoy fue designado sucesor por José María Aznar frente a Rato, a pesar de que éste había anunciado su voluntad de hacerse con las riendas del partido en el verano de 2003. La relación entre ambos políticos nunca ha sido mala, según fuentes de su entorno, pero Rajoy no contó con ninguno de los ratistas en su equipo de confianza. Costa, sin embargo, ha colaborado con el equipo del líder para sus propuestas económicas.

La recuperación de la figura más conocida de este grupo, uno de los pocos claramente identificables en el PP, se produce precisamente dos semanas después de que Rato anunciara que deja la presidencia del FMI por motivos personales. La sorpresa desató todas las especulaciones en el PP sobre el posible regreso de Rato a la política, algo que él desmiente. Sin embargo, muchos dirigentes siguen pensando que alguien convencerá a Rato para que vaya en las listas al Congreso. No sólo porque eso ayudaría a Rajoy, sino sobre todo porque estar en la Cámara baja es clave para optar a la sucesión en el caso de que el actual líder del PP pierda de nuevo las elecciones y evitar así que el partido se deshaga en la lucha entre los dos candidatos más evidentes a esa sucesión, Esperanza Aguirre [que no puede ser diputada, sólo senadora, por ser presidenta autonómica] y Alberto Ruiz Gallardón, alcalde de Madrid, al que la mayoría de las apuestas siguen colocando en la lista al Congreso cerca de Rajoy, no necesariamente de número dos.

Rajoy, que hace sólo tres semanas nombró a su jefe de campaña, Pío García Escudero, completa con Costa el equipo orgánico para una larguísima carrera hacia las elecciones. El resto de los que componen el comité de campaña (Gabriel Elorriaga, Sebastián González, Juan Carlos Vera, José Antonio Bermúdez de Castro, Arsenio Fernández de Mesa, José Luis Ayllón, Tomás Burgos, Julio Sánchez, Rafael Rodríguez-Ponga, Pilar Busó, Francisco Villar, Alejo Miranda y Marilar de Andrés) son habituales de la calle Génova.

A Rajoy le queda ahora, a partir de septiembre, la papeleta más difícil: incorporar "caras nuevas", como ha prometido, y recuperar a dirigentes como Costa. A nadie se le escapa que varios ex ministros acabaron en el Parlamento Europeo y están deseando regresar.