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El PSOE sorprende con una oferta de gobierno de concentración en Navarra abocada al fracaso

Los socialistas plantean un reparto proporcional de consejerías antes de dar el poder a UPN

Anabel Díez

El PSOE navarro (PSN) ha intentado, sin éxito, consensuar un Gobierno que "no suscite rechazo en la sociedad navarra", a la que considera "aquejada de una notable fractura". Pero sus propuestas han resultado desde el primer momento inaceptables para los partidos integrantes de Nafarroa Bai. Los nacionalistas rechazaron ayer la oferta final del PSN, muy alejada de su demanda de gobierno de coalición. Tras la ruptura con NaBai y, por sorpresa, el PSN ofreció un gobierno de concentración -"de convivencia"- en el que estén todos los partidos. Es prácticamente imposible que salga adelante, por lo que sólo queda la repetición de elecciones o, lo más seguro, la abstención del PSN para que gobierne UPN (la marca navarra del PP) en solitario.

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Aunque desde Nafarroa Bai (NaBai) e Izquierda Unida (IU) se acusa a "Madrid", es decir, a la dirección federal del PSOE, de haber impuesto una línea dura tendente a no pactar con estas fuerzas nacionalistas, la línea originaria de negociación que ha llevado el equipo negociador del PSN-PSOE no se ha situado nunca muy lejos de la ejecutiva federal que dirige José Luis Rodríguez Zapatero.

Esta línea de negociación siempre ha planteado condiciones muy duras para las posiciones que defiende NaBai. La coalición de nacionalistas (agrupa a PNV, EA, Aralar y Batzarre), no obstante, ha mantenido vivas las conversaciones durante semanas y sólo se ha levantado de la mesa cuando ha comprobado que el PSN se negaba a formar un gobierno de coalición con ellos. Una vez rota esta negociación, el PSN-PSOE sorprendió a todas las formaciones al proponer un Gobierno de concentración para Navarra en el que estén representadas todas las fuerzas políticas.

No hay posibilidad alguna de que esta alternativa, insólita en la historia democrática de Navarra, prospere, a la vista de las reacciones, en principio oficiosas, del resto de los grupos políticos. En NaBai se preguntan dónde está la gravedad de la situación de Navarra que requiere nada menos que un gobierno de "concentración" para esta comunidad autónoma.

Antes de que se formulara esta propuesta, NaBai, en voz de su principal candidato a presidente navarro, Patxi Zabaleta, compareció en público para acusar a los socialistas de haber roto la negociación.

El PSN, por su parte, mantuvo su discurso de que la sociedad navarra necesita un gobierno "sin exclusiones". De ahí que justificara que la presencia de NaBai en un hipotético gobierno no podía ir más allá de dos consejerías y una para IU. Tres serían para los socialistas y seis para independientes a propuesta del PSN. La propuesta convertía así al PSN en el partido hegemónico de un Gobierno de coalición con decisión directa sobre nueve de las doce carteras del Ejecutivo cuando ni siquiera había sido la formación más votada de las tres que iban a formar el futuro Ejecutivo.

Los nacionalistas, tras el paréntesis de las fiestas de San Fermín, se reunieron ayer por la mañana con el PSN e IU para rechazar esa propuesta. Lo mismo hizo IU, y no hubo contrapropuesta del PSN.

"Es el PSN quien ha roto la posibilidad de un gobierno de progreso y de cambio para Navarra. Se ha demostrado que la palabra del propio señor Zapatero es papel mojado", se lamentó Zabaleta, el líder de Aralar, una de las fuerzas políticas que componen NaBai.

Zapatero, como la ejecutiva federal del PSOE y el propio candidato a la presidencia del Gobierno de Navarra, Fernando Puras, han hablado de "progreso", pero, mucho más de "convivencia" para el futuro de Navarra. Y si la negociación con NaBai ha fracasado, tras superar el gran escollo de la defensa de la identidad propia de Navarra, ha sido por la negativa de los socialistas a formar un Gobierno de coalición.

NaBai denuncia que la propuesta de los socialistas nada tiene que ver con una coalición. Desde el primer momento, en la dirección federal del PSOE se vieron muchos problemas para articular un gobierno con los partidos nacionalistas o, incluso, cualquier otro pacto.

El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, ha repetido semana tras semana que el acuerdo estaba "muy verde" y presentaba "muchas dificultades". En una reunión de la dirección federal, varios miembros de la ejecutiva mostraron un temor acendrado a que el PP mantuviera la crítica por un posible gobierno con NaBai hasta las elecciones generales del próximo año. El PP mantiene en su discurso la advertencia al PSOE de que ni se le ocurra pactar con los nacionalistas. Ayer mismo lo hizo el líder del PP, Mariano Rajoy.

El candidato socialista a la presidencia navarra, Fernando Puras, propuso ayer "un gobierno de convivencia" que el PSN podría dirigir, es decir, presidir. Pero si hay "otra propuesta" respecto a la presidencia del futuro Ejecutivo de concentración acordada por todos los demás partidos, los socialistas navarros también la aceptarían.

"Cambalache sin sentido"

La nueva línea que ayer abrió Puras sorprendió al resto de los grupos políticos y, más, al ser expuesta de una forma muy acabada. Puras propuso que Unión del Pueblo Navarro (UPN) ocupara cinco carteras; NaBai otras tres; PSN-PSOE también tres; Izquierda Unida, una; y Convergencia Democrática de Navarra, una. Un reparto más o menos proporcional al número de escaños que ha logrado cada formación.

"Este cambalache que nos propone el PSN no tiene sentido ni necesidad alguna", señaló a este periódico la diputada nacional de NaBai, Uxúe Barkos. "Esta pirueta política no la necesita la sociedad navarra ya que un gobierno de concentración sólo sería necesario para una situación de crisis que no existe en Navarra", insistió Barkos.

Lo cierto es que se ha llegado al punto que ya se preveía después de las elecciones de mayo: o un gobierno de UPN (la marca apoyada por el PP en Navarra) en minoría, facilitado por la abstención de los socialistas en la investidura, o repetir las elecciones.

¿Por qué el PSN ha llegado tan lejos en las negociaciones con NaBai? Sólo hay de momento una respuesta: "Había que intentarlo y dejar claro quién está por la convivencia", señalan en la dirección federal del PSOE. Ahora se vuelve al punto de partida. El presidente de UPN, Miguel Sanz, tratará hoy de reanudar las conversaciones con los socialistas para conseguir su apoyo. Es muy posible que el PSN facilite su investidura al abstenerse. Todo menos convocar elecciones.

Fernando Puras (centro)
Fernando Puras (centro)EFE

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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