Un hombre mata a puñaladas a su esposa en un pueblo de Segovia y se ahorca

Un hombre mató ayer a su esposa de varias puñaladas y abandonó el cadáver tendido en el suelo del dormitorio conyugal en Torreiglesias (Segovia), a unos 27 kilómetros de la capital. El autor de este crimen de violencia de género se dirigió después a una nave ganadera de su propiedad, en la que guardaba las ovejas, y se ahorcó colgándose de una cuerda. No había denuncias previas por malos tratos. El matrimonio tenía dos hijas, de 26 y 19 años. Con esta víctima, ya son 44 las mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas a lo largo de este año.

El cadáver de la mujer, M. D. R., de 46 años, fue descubierto sobre las 12.45 por la hija mayor del matrimonio, a quien le extrañó que su madre no se hubiera levantado de la cama y que no se escucharan ruidos en casa. Se la encontró muerta en el dormitorio conyugal entre un charco de sangre. A falta del informe forense, se baraja la hipótesis de que recibiera más de cuatro puñaladas, asestadas con un cuchillo de cocina.

No existían denuncias previas de la mujer por malos tratos hacia su marido, Bernardo R. B., de 52 años, según datos oficiales facilitados por la subdelegación del Gobierno en Segovia. Pero en este pueblo segoviano de apenas 400 habitantes, dedicado a la agricultura y a la ganadería, algunos vecinos reconocieron que sabían que no todo iba bien en ese matrimonio. Algunos vecinos aseguran que la víctima había solicitado información a un abogado para separarse. La mujer era muy conocida por colaborar altruistamente en la organización de actividades culturales y asociativas. Trabajaba como administrativa de una gestoría.

Con esta víctima ya son 44 las mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas a lo largo de 2007. Sólo en 16 casos había denuncias previas por malos tratos. El Gobierno va a lanzar próximamente una campaña de sensibilización que, entre otras cosas, pretende que la sociedad tome conciencia de que la violencia de género no es un problema privado, de la intimidad familiar, y que se deben poner en conocimiento de las autoridades o de los servicios sociales todos los casos de malos tratos de los que se tenga noticia.

Sobre nueve de los asesinos pesaban órdenes de alejamiento que estaban en vigor en el momento de la muerte y otros tres se libraron de la medida al pedir las víctimas el archivo de las actuaciones. Por edades, el tramo más frecuente oscila entre 30 y 39 años (17 casos). 10 de las víctimas tenían entre 20 y 29 años; siete, entre 40 y 49 años; tres, entre 50 y 59; tres, entre 60 y 69 y otras cuatro eran mayores de 70.

Entre las víctimas había 26 españolas y 18 extranjeras, de las cuales, cuatro eran de nacionalidad ecuatoriana y otras tantas rumanas, dos marroquíes, dos brasileñas, una nicaragüense, una boliviana, una colombiana, una venezolana, una ucraniana y otra noruega. De las 44 mujeres asesinadas, cuatro fallecieron en enero, ocho en febrero, cinco en marzo, cuatro en abril, ocho en mayo, doce en junio y tres en este mes de julio.