Autogrill quiere comprar a Altadis el 50% del capital que no controla en Aldeasa
El futuro de Altadis se negocia estos días. Y el de Aldeasa está ligado al de la tabacalera hispano-francesa, que controla el 50% de la empresa que explota tiendas en aeropuertos y museos. Altadis y Autogrill -la empresa italiana de restauración del grupo Benetton- tienen una cláusula por la que si uno de los dos socios quiere vender su 50%, el otro tiene derecho de adquisición preferente. Autogrill, ante la posibilidad de que Altadis sea comprada por un tercero (sobre la mesa hay una propuesta de compra del grupo británico Imperial y otra del fondo de capital riesgo CVC) ya se ha dirigido a la tabacalera para hacer efectivo su derecho y controlar el 100% del capital.
Además, Aldeasa tiene interés por comprar las tiendas de las que se quiere desprender Ferrovial en varios aeropuertos británicos a través de su participada BAA. Si logra adquirir esas tiendas, que facturan unos 500 millones de euros en ventas, impulsarían su cifra de negocio actual, que asciende a 800 millones de euros.
Autogrill y Altadis controlan el 100% de Aldeasa después de un largo y complicado proceso de ofertas públicas de adquisición (OPA) competidoras entre 2004 y 2005. Autogrill siempre consideró Aldeasa como una inversión estratégica y su intención es controlar toda la compañía.
El grupo italiano es el primer operador en el mundo en el sector de ventas al viajero. El pasado año obtuvo un volumen de negocio de 3.929 millones de euros, con un beneficio que superó los 150 millones. Controlado por Edizione Holding -sociedad de la familia Benetton en un 57% del capital; el resto cotiza en la Bolsa de Milán-, está presente en 34 países y tiene una plantilla de 51.000 trabajadores.
Contrato con AENA
Aldeasa es uno de los activos más importantes de Altadis y consigue el 85% de sus ingresos de la explotación de los aeropuertos españoles, a través de un contrato con AENA para las tiendas de los aeropuertos españoles. El actual presidente de Aldeasa, Javier Gómez-Navarro, ha negociado y acordado nuevas condiciones para ese contrato. Desde hace más de un año, AENA cobra un porcentaje sobre la facturación de las tiendas situadas en los aeropuertos, en lugar de un porcentaje sobre beneficios como hacía, como ocurría en los últimos Gobiernos del PP. A Gómez-Navarro ese sistema le parecía injusto, ya que lo consideraba una forma de hipotecar el ente público AENA y dar ventajas a Aldeasa, empresa totalmente privatizada.
Aldeasa, que ha potenciado su división internacional desde 2004, vive pendiente del nuevo concurso para explotar 14 grandes aeropuertos españoles (excepto Barajas, cuyo contrato expira en 2012) para reforzar su estrategia comercial. Este concurso -al que se presentarán importantes empresas europeas de distribución aeropor-tuaria- supone un gran reto para el futuro de la empresa.
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