Pensiones que brillan con la Bolsa
Los planes privados que pueden servir de modelo inversor al fondo público de reserva acumulan fuertes revalorizaciones
Es una posibilidad, aunque quedan aspectos que aclarar. El Gobierno ha expresado su apuesta por permitir que un 10% del fondo de reserva, la llamada "hucha de las pensiones" pueda invertirse en Bolsa. Entre 4.000 y 5.000 millones de euros. El vicepresidente Pedro Solbes tiene claro que esta inversión "si se hace bien no tiene que provocar ningún temor". Los datos de rentabilidad de los planes de pensiones privados le dan la razón "con matices".
Los planes más parecidos al modelo elegido por la Seguridad Social son los de renta fija mixta, que invierten hasta un 30% de su cartera en Bolsa
Es cierto que los planes que incorporan acciones a sus carteras (en mayor o menor medida, según su vocación inversora) son en promedios más rentables, sea cual sea el plazo que se analice, que los que "sólo" se dedican a la renta fija. Pero también es cierto que "si no se hace bien" o los mercados no acompañan, como en los últimos años, puede haber pérdidas.
En los últimos 12 meses, de 30 de junio de 2006 a 30 de junio de 2007, los planes de pensiones del sistema individual o privado han obtenido, de media, unos rendimientos del 7,74%. Como toda media "esconde" grandes diferencias: mientras los planes de pensiones de renta variable, los que invierten como mínimo un 75% de su cartera en acciones, acumulan unas ganancias del 23,26%; los de renta fija a corto plazo -su patrimonio está colocado íntegramente en renta fija de duración inferior a los dos años- ofrecen un 1,97% de rentabilidad y los de renta fija a largo plazo -sus títulos tienen una vida media superior a los dos años- un exiguo 1,25%.
Desde el Gobierno parece apostarse -por el momento no cuenta con el respaldo de algunas fuerzas políticas y sindicales que han llegado a calificar el anuncio de Solbes de "imprudente", "barbaridad" y "hecho incomprensible"- por una gestión de las pensiones públicas que no se coloque en ninguno de estos dos extremos: ni renta fija pura ni renta variable prácticamente total.
Los planes de pensiones privados más parecidos al modelo presentado serían los de renta fija mixta, que pueden invertir en Bolsa pero con un máximo del 30% de su cartera. Estos planes han resultado ser, en el corto y medio plazo, significativamente más rentables que los de renta fija pura. En los últimos 12 meses, su rendimiento promedio es del 5,51% lo que traducido a dinero significa que cada 100 euros invertidos en ellos hace un año se han convertido, por el momento, en 105,51 euros frente a los menos de 102 que sé "tienen" si la opción ha sido la renta fija pura a corto plazo.
Si el plazo se alarga hasta los tres y cinco años -los fondos destinados a pensiones son, por definición, ahorro a largo plazo- las distancias se amplían y resultan mucho más gravosas para el bolsillo. De media, cada 100 euros invertidos en junio de 2004 en un plan de pensiones de renta fija mixta son hoy algo más de 113 mientras que esos mismos 100 euros en un plan de renta fija suman poco más de 106 euros. De media, cada 100 euros invertidos en junio de 2002 en un plan de pensiones de renta fija mixta son hoy algo menos de 119 mientras que esos mismos 100 euros en un plan de renta fija suman cerca de 107 euros.
Si el análisis se lleva aún más lejos en el tiempo, las diferencias se acortan más que sensiblemente y, es precisamente en este sentido, dónde pueden surgir las dudas, visto el historial de rentabilidades de los planes de pensiones privados, sobre la bondad de asumir riesgo bursátil.
Los planes de pensiones de renta fija pura a corto plazo ofrecen, en promedio, a sus partícipes unas ganancias anuales en los últimos diez años del 2,11%; los de renta fija pura a largo plazo, del 2,86% y los de renta fija mixta, del 2,91%. Cinco centésimas de distancia que, en principio, pueden pensarse que son irrelevantes y que llevan a aconsejar no asumir riesgos. Esta afirmación es cierta, sin embargo, sólo relativamente: por un lado porque las centésimas, cuando se habla de rentabilidad, se traducen en dinero; por otro, porque sé vio el pasado año y en la década de los noventa que invertir en renta fija exclusivamente no está exento de riesgos.
Una idea muy extendida es la de creer que, en épocas de subida de tipos de interés como ahora, la renta fija suma rentabilidad. No es siempre así: este tipo de activos también puede producir pérdidas, más cuando precisamente se elevan los tipos de interés y, más aún, cuando las expectativas son de que sigan haciéndolo en el futuro.
Cuestión de elección
Los planes de pensiones de renta fija colocan su patrimonio en los distintos activos financieros de renta fija que se pueden encontrar en los mercados. Cada día, se calcula el valor liquidativo de sus participaciones, es decir, su precio tanto a efectos de suscripción como de reembolso. Para realizar ese cálculo, se toman los valores de mercado de cada uno de los activos del plan. Si los tipos de interés de los bonos, obligaciones... están subiendo el resultado es que el precio de los títulos baja, y, por tanto, los valores liquidativos de los planes que invierten en ellos, también.
En palabras sencillas, los compradores (en este caso, los gestores de los planes de pensiones) saben, por ejemplo, que si acuden al mercado primario obtendrían a 10 años una rentabilidad del 4,5% y, por tanto, sólo están dispuestos a hacerse con un título de renta fija emitido al 3% si consiguen una rebaja en su precio, que será mayor o menor en función de la duración del activo.
Cuando Solbes anunció su apuesta porque un 10% de la "hucha de las pensiones" se colocara en Bolsa también señaló que esta inversión se adjudicará por licitación a varias gestoras, eligiendo las que ofrezcan las mejores condiciones. No hubo más matizaciones: no precisó si se refería a una cuestión de precios (comisiones) o de historial de rentabilidades.
En los cuadros adjuntos se plasma una selección de planes que incluyen renta variable en sus carteras que, en todos los plazos en los que compiten por tener la suficiente antigüedad, han colocado sus rendimientos siempre entre los más elevados de su categoría. En concreto, entre el 25% de los fondos más rentables.
En renta fija mixta, modelo, salvando las distancias, más similar al propuesto por el Ejecutivo, destacan prácticamente una decena de ellos cuando el plazo que se analiza es de una década. Se trata de Gamma Plan de Pensiones, Urquijo Pensión, Sigma Plan de Pensiones, Bilbao Plan 1, Universal, Catoc Vida, Barclays Pensión 25, Pastor Mixto y Duero Equilibrio. Sus rendimientos interanuales oscilan entre el 5,57% anual y el 3,93% que, pese a las diferencias, son, en todos lo casos, muy superiores a la media ofrecidas por su grupo de inversión. Cuando el plazo se reduce a cinco años a este selecto grupo de fondos se suman otros trece planes, entre los que destaca Fonditel red Activa, con unas ganancias interanuales del 7,64%.
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