La rebelión de diputados provinciales se deshincha

Las amenazas de expulsión sirvieron para frenar la rebelión de los diputados provinciales del PSPV en Alicante que no aceptaban al secretario local, Roque Moreno, como portavoz en la Diputación.

Tras dos intensos días de conversaciones y discusiones, al final los 13 diputados aceptaron la propuesta inicial de la ejecutiva del PSPV que permitirá a Roque Moreno asumir la portavocía del grupo y Antonio Amorós será el presidente. Una figura de nueva creación que está pendiente de que el presidente de la Diputación, José Joaquin Ripoll, del PP, autorice su puesta en marcha.

Amorós, que había coseguido el aval de 10 de los 13 diputados provinciales para asumir él la portavocía, y el propio Moreno comparecieron ayer por la tarde para escenificar buenas intenciones y voluntades de consenso y apoyo mutuo. No obstante, Amorós denunció que el proceso "ha adolecido de la transparencia necesaria" y recordó que la propuesta de la dirección "interina" del PSPV no se había trasladado adecuadamente. El Grupo Socialista en la Diputación encara esta legislatura profundamente debilitado, tanto por el pésimo resultado electoral en la mayoría de las comarcas, como por la trifulca protagonizada entre los partidarios de que la capital, Alicante, recupere el protagonismo y los que pensaban que se debía premiar a los que han ganado.