Brufau espera iniciar las obras de la planta de coque de Petronor el próximo año

El presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, mostró ayer su esperanza de que la planta de coque de Petronor tenga los permisos necesarios para empezar a construirse en el primer trimestre del año 2008. Durante un encuentro con la prensa previa a una conferencia en Bilbao con motivo de los actos conmemorativos del 25 aniversario del Ente Vasco de la Energía (EVE), Brufau explicó que el retraso que arrastra este proyecto, anunciado en 2005, ha elevado el coste de las inversiones, inicialmente previstas de 600 millones de euros, a cerca de 750 millones.

La planta de coque es el proyecto que sustituyó al descartado de IGCC (una planta para producir electricidad con gas natural y residuos de refinería). La instalación de coque pretende eliminar los residuos de refinería, un problema para Petronor. El proyecto convertirá el residuo en coque, un producto utilizado como combustible por las cementeras.

El presidente de Repsol YPF ha reconocido que el tiempo juega en su contra por el encarecimiento de los costes, por lo que instó a las administraciones a que faciliten los trámites. Brufau hizo estas declaraciones en presencia de la consejera de Industria, Ana Agirre. La solicitud está en el Ministerio de Industria y luego pasará al de Medio Ambiente para llegar al Gobierno vasco, que será "quien tome la decisión final".

Aseguró que la refinería de Petronor tendrá con la planta unos niveles de conversión (elemento que mide el nivel de calidad) de los más altos de Europa. Asimismo, dijo que es ya la segunda en capacidad en todo el sistema ibérico. En su opinión, la demora en el inicio de las obras también "perjudica a la sociedad en su conjunto", porque "el proyecto está bien hecho". "Si se reciben las autorizaciones", insistió, "2.500 señores empezarán a trabajar lo más rápidamente posible". Explicó además que en la fase de construcción intervendrán unas 150 empresas proveedoras, que en su mayoría serán del País Vasco.

Crecimiento orgánico

El primer ejecutivo de Repsol indicó que, en el corto plazo, ve complicado cualquier movimiento asociativo "brusco" en empresas españolas del sector energético. Sin embargo, reconoció que es "es previsible" que en el futuro se produzcan, no ya en España sino en el mundo, "movimientos asociativos o alianzas entre compañías energéticas". En cualquier caso, afirmó que desde Repsol, lo que se contempla es un crecimiento orgánico, ya que "hay muchas oportunidades en este sector".

El presidente de la petrolera explicó, además, que Repsol no ha puesto a la venta la filial argentina YPF, sino que está "buscando una alianza" con algún socio, y a poder ser que sea un grupo de ese país, para "aproximarnos más a lo local".