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Reportaje:

De Santiago a Santiago

Cacém y Compostela se hermanan en el Alentejo con una exposición sobre el apóstol

Bajo un sol de justicia, en lo más alto del centro histórico de Santiago de Cacém, un monumental pueblo comunista situado al sur de Lisboa junto a la costa alentejana, se inauguró ayer En el camino, bajo las estrellas. La exposición reúne 150 piezas de arte sacro relacionadas con el culto al santo que primero cerró España y luego la abrió a la próspera y mística industria del peregrinaje.

El presidente de la República portuguesa, Aníbal Cavaco Silva, el vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana; el obispo de Beja, curas y canónigos de los dos países y los alcaldes de Cacém y Compostela formaron el nutrido y heterogéneo grupo de autoridades unidas por el patrocinio a tres bandas (Xunta, Diócesis de Beja y ayuntamiento de Cacém), y por el espíritu ibérico del Camino. Tras visitar la exposición en la Iglesia matriz, joya del gótico portugués, el alcalde de Santiago y su homólogo alentejano firmaron el protocolo que hermana para siempre a las dos ciudades tocayas.

En la exposición hay santiagos en todos los soportes y desde todos los ángulos posibles. Muchas obras están marcadas por la violencia, la intolerancia y la xenofobia. Ahí está Santiago mata moros, Santiago mata espanhois (Perú, siglo XIX), Santiago mata indios, Santiago gordo y a caballo cercenando cabezas de infieles con la espada, Santiago peregrinando, Santiago apóstol, muerto y por fin santo y patrón de las Españas... Hay pinturas, esculturas, libros, relicarios. Las piezas más antiguas datan del siglo X.

La única obra contemporánea es un encargo de la exposición a la pujante artista portuguesa Joana Vasconcelos, una de las más irónicas, cotizadas e interesantes de su país. Se trata de una escultura común de hormigón, una figura humana bajita de jardín que Vasconcelos ha retocado y ha cubierto con una capa de ganchillo portugués, lo que da a su Santiago un aire entre gay y sadomaso. "Se titula El matador, aunque no sé bien lo que mata", bromea Vasconcelos. Vasconcelos cuenta que le interesa Santiago como fenómeno espiritual de masas desde que hace cuatro años expuso en Pontevedra. Su obra quedará depositada en la Colegiata de Santiago.

Discursos en el castillo

La reunión iconográfica es rica y variada, incluye varias obras maestras del arte sacro iberoamericano y ofrece una síntesis plural de este patrón tan políticamente incorrecto y abusador al que el tiempo ha acabado reciclando en símbolo de fraternidad cristiana.

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Cacém, paso histórico del Camino por tierras portuguesas, se vistió de domingo para recibir el acontecimiento. Unos 300 vecinos subieron hasta el castillo en lo más alto del centro histórico para escuchar y aplaudir los discursos el día de más calor del año.

A José Simoes, de 73 años, presidente de la Asociación de Vecinos de un barrio periférico y ex funcionario del ayuntamiento, le parecía bien que el pueblo haya acogido la muestra de arte sacro sobre el santo español por antonomasia: "En la tradición del pueblo hay muchos comunistas y muchos ateos, pero también hay muchos practicantes, y el comunismo ya no es lo que era el 25 de Abril".

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