Miró lleva su moda al hospital
El 080 finaliza hoy buscando un lugar como plataforma de promoción de moda
Antonio Miró es diferente. Primero fueron los presos, después los inmigrantes y ayer optó por desfilar en los jardines del hospital de Sant Pau de Barcelona. No es que su moda esté enferma, pero más vale prevenir. Miró justificó la elección: "Un hospital es la casa de la vida". El suyo fue un desfile sin sorpresas.
El hombre Miró juega a vestirse con shorts y tejidos plastificados haciendo un guiño al futuro nostálgico. Usa ciclistas debajo de las bermudas y va de blanco. La mujer trata de ser más sofisticada. Destacó un vestido con decenas de lentejuelas plastificadas cosidas una a una. El catalán no sabe qué hará el año que viene, pero espera que otros diseñadores consolidados, como le etiquetan a él, se sumen al proyecto independiente 080.
Txell Miras inauguró ayer la segunda jornada de la plataforma de moda 080, sustituta de la Pasarela Gaudí e ideada desde el departamento que dirige Josep Huguet (ERC). Dos millones de euros dan forma a estos tres días de desfiles en el Raval, algún acto cultural, un showroom y una exposición callejera de fotos. Miras sólo pide que el proyecto de moda tenga una continuidad. La moda en Barcelona parece no tener un minuto de descanso. Algunos se han quedado fuera del proyecto, otros, como Sita Murt y la marca TCN, se van a desfilar a Cibeles y, mientras tanto, Huguet y su nuevo equipo defienden la plataforma.
"Lo importante es tener un espacio donde mostrar el trabajo". Miras trabaja desde 2003 para el diseñador Neil Barret y tiene su propia marca desde 2004. Lejos de las vacaciones idílicas de Teresa Helbig -diseñadora que inauguró el 080-, Miras mostró una ropa más conceptual y compleja que juega con la ambigüedad entre hombre y mujer. Reading... Orlando es una colección en blanco y en negro.
Siguió Josep Abril, que presentó unas originales bermudas con cola de frac. Fue un desfile, según las palabras de Abril, sin mensaje. "No quería protestar contra nada. Quería mostrar una colección alegre e intrascendente", confesó.
Por la tarde, presentaron sus propuestas Yiorgos Eleftheriades y Boris Bidjan. Hoy desfilan Juan Pedro López, Míriam Ponsa, Roberto Piqueras y José Castro. Una retrospectiva sobre Thierry Mugler pone el punto final al 080 en Montjuïc.
No es cualquier cosa
"Un desfile no es cualquier cosa". Así finalizó ayer el consultor de moda Jean-Jacques Picart su conferencia en el hotel 1898 del Raval. La charla comenzó casi una hora antes. Picart decidió sacarse la americana y la corbata. "Empezaré con un strip-tease", bromeó. Picart, invitado por la organización del 080, explicó ayer qué entiende por desfile. En la última década ha asistido a 1.500.
"El desfile sirve para emocionar la mente y el corazón. La moda sólo existe cuando está en la vida misma. No hay que olvidar que es básicamente comercio". El consultor francés define tres categorías de desfiles. La primera clase da prioridad a la prenda y no engaña entre lo que se presenta y lo que se vende en la tienda. En segundo lugar está el desfile-espectáculo: el diseñador vende una versión edulcorada de lo que presenta en la pasarela. Y, además, está el desfile que transmite un secreto, una atmósfera o un sentimiento.
"El desfile debe seducir". Picart equipara el desfile al tráiler de una película. Y si se le pide un consejo para el devenir de la moda en Barcelona, Picart no duda: "Barcelona debe ser selectiva con las marcas que desfilan. Mejor pocas, pero fuertes".
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