Poderoso caballero
El debate político andaluz alcanza unos niveles de insolvencia extraordinarios. Vamos a menos, parafraseando a Goitisolo. Ahora parece que lo importante es si Andalucía ha perdido cuota en el Gobierno ya que Zapatero, por lo visto, ha esperado a que Chaves esté en China para cambiar ministros sin consultarle. La salida de Carmen Calvo, por lo que dicen, no se puede compensar con la entrada de Bernat Soria, porque este no es nacido en Andalucía aunque desde hace años vive y trabaja entre nosotros. Qué decir del profundo debate sobre los gastos del viaje a China del Presidente de la Junta. A poco que nos esforcemos esto va a parecer una película de los hermanos Marx. Soy profano en materia de cuotas pero parece que Carmen Calvo se sentía más fuera que dentro del gobierno a tenor de sus declaraciones a este periódico. En cambio el acuerdo sobre Delphi, que hoy debe ser ratificado por la plantilla, apenas ha causado interés, quizás porque el consejero de Empleo se ha apuntado un tanto y no conviene mover los éxitos ajenos, por mucho que hace unas semanas algunos pagaran autobuses, alentaran el enfrentamiento y azuzaran a los trabajadores contra el PSOE los días previos a la cita electoral. Los que decían que el Gobierno andaluz se movía con afán electoralista eran ellos en verdad quienes lo hacían, porque pasado el 27 de mayo perdieron interés por la noble causa del proletariado gaditano. Los trabajadores han dejado las grandes palabras, los pasamontañas y el maximalismo para firmar un acuerdo que les garantiza una indemnización y un nuevo puesto de trabajo. No está nada mal, aunque Delphi se va a cerrar porque así lo quieren sus dueños. ¿Dónde están los políticos que financiaron carteles, camisetas, pañuelos, marchas a pie y autobuses? ¿dónde los que alentaron el enfrentamiento de los trabajadores con las instituciones? ¿dónde los que promovieron las actitudes violentas? ¿nada tienen que decir en la hora del acuerdo, o es que ya sacaron todo el jugo al limón y ya no quedan concejales que sacar? Al final, quien tuvo que sentarse con los trabajadores fue el Gobierno andaluz. Ha resultado cierto que su mejor aliado ha sido la Junta, quien estaba en la mesa era el consejero de Empleo y con quien tendrán que seguir negociando es con la propia Junta. PP e IU ya sacaron su tajada y si te he visto no me acuerdo. Los trabajadores han alcanzado su objetivo, que no era "Delphi no se cierra" sino dinero al fin y al cabo.
Lo que necesita un arreglo urgente es el asunto de los sueldos de los alcaldes y concejales. No puede haber soluciones tan dispares en cada municipio según el grado de codicia. Mientras el alcalde socialista de Mijas se pone un sueldo de 125.000 euros, la alcaldesa socialista de Sanlúcar rebaja a la mitad el que tenía la anterior regidora del PP. Mientras los populares promueven en Sevilla subidas salariales entre el 30% y el 50%, el alcalde de Huelva cobra 81.000 euros, el de Torremolinos 94.000 o la de Fuengirola 81.000, todos del mismo partido, sin importar las diferencias de población entre unos y otros. En este aspecto la alcaldesa de Cádiz, del mismo partido, es de una austeridad extrema. Creo que la Junta de Andalucía debería establecer unos baremos que tuvieran como referencia los salarios del gobierno andaluz con unas escalas en función de la población, como al parecer proponía el grupo popular de Sevilla. No es muy útil señalar como referencia los salarios de los funcionarios municipales, porque los decide la propia corporación. Resulta desde luego escandaloso que haya alcaldes que ganan más que algunos ministros o que la alcaldesa de Córdoba se lo tenga que subir un 12% porque era la que menos ganaba de las capitales andaluzas y menos que algunos alcaldes de su provincia. Aunque la mayoría de los ediles son prudentes y austeros, la falta de regularización provoca escándalos y abre el camino a los que tienen menos escrúpulos, con lo que la población tiende a generalizar. Es mejor establecer un marco de referencia para los sueldos corporativos para no dar pábulo al escándalo.
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