'Kitsch' o barbarie
Cuarto largometraje del argentino Enrique Gabriel, Suspiros del corazón coincide con otro estreno de la semana -la francesa Odette, una comedia sobre la felicidad, de Eric-Emmanuel Schmitt- en ahondar en los mecanismos del kitsch. Sin embargo, frente al estilo de Schmitt, Gabriel propone un ejercicio de kitsch progre, de sentimentalidad un tanto untuosa, a partir de la historia de un joven tiburón de las finanzas (Roger Coma) que alcanzará la redención de la mano de un grupo de supervivientes utópicos empeñados en educar a las masas con una modulación culterana del arte de la fotonovela. El elemento más insólito de la ficción es realista (la revista bonaerense Idilio ya había dotado a la fotonovela de una función pedagógica), pero esta película, que acoraza de coartadas su posibilismo formal y su ingenuidad, no puede evitar caer en la tentación de un paternalismo tan discutible como, en el fondo, delator.
SUSPIROS DEL CORAZÓN
Dirección: Enrique Gabriel. Intérpretes: Roger Coma, María Dupláa, Alejandro Awada, Osvaldo Bonet. Género: comedia. España-Argentina, 2006. Duración: 94 m.
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