Las competencias sobre Urbanismo entorpecen el pacto de nacionalistas y socialistas en Pontevedra
El PSOE y el BNG protagonizaron ayer un nuevo desencuentro en Pontevedra, tras abrir un paréntesis de 15 días en la negociación de un pacto que, según los socialistas, el Bloque ha tirado por la borda en, al menos, dos ocasiones. A pesar de que ni el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, ni la portavoz socialista, Teresa Casal, visiblemente desencantados, quisieron concretar el motivo de sus desavenencias, fuentes del PSOE apuntan al urbanismo como una de las claves de esta nueva suspensión.
Según dicen, la "intransigencia" del Bloque se refleja tanto en el reparto de las áreas de gobierno como en los objetivos programáticos, entre los que la creación de una gerencia urbanística propuesta por el grupo que encabeza Casal no acaba de cuajar entre los nacionalistas. Y aquí llega uno de los principales escollos, la negativa a ceder terreno de algunos concejales del BNG, "pesos pesados" a los que el partido no parece dispuesto a dejar en un segundo plano. Entre ellos, el edil de Urbanismo, Cesáreo Mosquera, mano derecha de Lores y artífice en gran medida de la reforma urbana, protagonista reiterado además de los últimos desencuentros entre ambas formaciones.
Lores fue el encargado ayer de anunciar la suspensión temporal del proceso, al entender que aún "no está maduro" y que "no se dan las condiciones" para la firma, a pesar de que gobernar en coalición es "una opción prioritaria" para él. El regidor reconoció que ha habido "un exceso de presión" que no ha favorecido la negociación, para alcanzar un pacto que "refleje los resultados electorales".
Asimismo, explicó que no quiere "pasar por la experiencia de Vigo de 1999 ni de 2003", precisamente cuando el BNG pactó con el PP la Gerencia de Urbanismo y dejó fuera al PSOE, justo en la dirección apuntada por las fuentes consultadas.
Por su parte, Teresa Casal, arropada por sus compañeros Margarita Castejón y José Antonio García Lores, acusó a Lores de "incumplir flagrantemente el acuerdo marco" que garantice la coalición "con quienes le permitieron con su voto sentarse en el sillón de la alcaldía". Según Casal, a Lores "no le apetece" sellar un documento programático "redactado y corregido cincuenta veces". "Han sido ellos los que han dado marcha atrás y quienes nos han colocado en la situación en la que estamos ahora", matizó.
Casal explicó que el pasado lunes por la noche tuvieron un último encuentro en el que parecían haberse arreglado los asuntos pendientes. "Cedimos hasta el límite de la dignidad", lo que le supuso a la portavoz un enfrentamiento con sus compañeros de partido, aseguró. No obstante, al día siguiente un nuevo paso atrás de los nacionalistas volvía a alejar la rúbrica del pacto.
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