El niño muerto en Coslada se electrocutó, según la autopsia
Las primeras investigaciones descartan que la descarga procediese de una farola
Los resultados de la autopsia del niño de 12 años hallado muerto el pasado fin de semana en Coslada revelan que murió electrocutado. El pequeño fue encontrado junto a una farola, lo que hizo suponer que había sufrido una descarga. Los informes de la empresa de mantenimiento, sin embargo, señalan que ninguna farola tenía tensión. La primera investigación de la Comunidad tampoco detectó anomalías en el alumbrado.
A Fernando lo encontraron muerto el pasado sábado en una calle del barrio Ciudad-70 de Coslada. Tenía sólo 12 años. Se tropezaron con su cadáver unos vecinos del barrio que paseaban por la calle de Frankfurt y lo vieron tendido en la acera. Llevaba una bolsa con una bufanda del Atlético de Madrid dentro. Cuando lo encontraron, ya estaba muerto. Y tenía marcas en los brazos, en las piernas y en el tórax. "Como raspaduras que le había levantado la piel", explican fuentes de la policía local de Coslada. Todo apuntaba a que el pequeño había muerto electrocutado al tocar la farola.
Así lo confirmó ayer el resultado de la primera autopsia, según informaron fuentes de la Policía Local. Murió electrocutado, de eso no hay duda. Pero lo misterioso del trágico asunto es que tras las primeras investigaciones de la compañía eléctrica, el Ayuntamiento de Coslada y la Dirección General de Industria de la Comunidad [que el lunes realizó una primera inspección visual], no existen indicios de que la descarga procediese de las farolas de la zona.
"Todo el alumbrado se activa a través de células fotovoltaicas. Sólo se encienden cuando se hace de noche y dejan de detectar luz natural", explicó un portavoz de la Policía local. El suceso ocurrió a las 17.30, por lo que difícilmente podría haber estado encendida.
Por si acaso, dicen fuentes municipales, se comprobó también la resistencia mecánica de la conexión a tierra y dio negativo. Igual que el aislamiento de la columna, que dio un resultado de 0 ohmios. Los técnicos esperaron hasta las 22.30, cuando ya no había luz natural y se encendieron las farolas. En ese momento, la columna de la farola, de nuevo, tenía una conductividad igual a cero. El informe realizado por la empresa de mantenimiento señala que "de haber existido un fallo de corriente en la columna, aun estando en servicio el alumbrado, se originaría un cortocircuito que haría que saltaran los automáticos del centro de mando". Hecho que, aseguran, no sucedió.
A falta del resultado de la segunda autopsia, en la que se examinarán las vísceras del cadáver, la muerte de Fernando sigue siendo un misterio. Los técnicos de Industria han realizado una segunda investigación, esta vez con aparatos de medición, para comprobar si las farolas podían llevar tensión. En cualquier caso, dicen, estará bajo secreto sumarial.
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